Que al director de Obras Públicas y al secretario del Ayuntamiento, Juan Adolfo Von Bertrab y Eduardo Olmos, no les quedaron ganas de volver a convocar a rueda de prensa, después de la que presidieron hace un mes para anunciar, con bombo y platillo, que estaba superado el conflicto de la ampliación de carriles en Villa Florida. Para festinar el presunto arreglo con los vecinos se basaron en que un despacho de especialistas, avalado por los inconformes, diagnosticó que era viable el proyecto. Craso error. La respuesta de vecinos y Abundio Ramírez, su representante, fue que nanay, y bloquearon los trabajos. Y es que Olmos también está atendiendo el problemático asunto de las obras de bulevar Independencia y calzada Abastos y tuvo intervención en la renovación de la concesión del servicio de limpieza.
Como alcalde, hace doce años, le tocó la renovación de dicha concesión y decidió que Pasa repitiera, como otra vez, volvió a repetir ahora por 25 años.
Que como estaba convocada, se efectuó en días pasados una asamblea de la Academia de Directores de la Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Laguna, en la Facultad de Derecho. Ningún director se quiso perder la reunión que no tuvo nada de académica; en realidad el propósito fue cerrar filas en torno a Omar Rojas, como prospecto para la renovación de la Coordinación de la Unidad Laguna.
Aunque el relevo corresponde hasta febrero, el director de la Facultad de Derecho ya tiene la bendición del rector, Octavio Pimentel, así como de Carlos Centeno, de quien se comenta, es el poder tras el trono en la Unidad.
Que el nuevo Vocal Ejecutivo del INE en Coahuila, Miguel Castillo, llegó con la seguridad de quien estrena oficina, cafetera y silla ergonómica: las elecciones están aseguradas, dijo, así como quien afirma que su control remoto nunca se pierde entre los cojines. Reconoció que el INE atraviesa una transición. Pero nada que preocupe: según él, el Servicio Profesional Electoral está más entrenado que brigadista en simulacro, y listo para sacar adelante la elección local del próximo año.
Eso sí, dejó sobre la mesa un dato que hizo ruido: la participación ciudadana anda en 40 por ciento. Con voz de jefe en lunes, conminó a su equipo a redoblar esfuerzos y recordó que el INE está hecho para sobrevivir cualquier cambio, reforma, actualización, parche, ajuste, remiendo y sacudida institucional que se le atraviese. “Para eso nos diseñaron”, vino a decir, casi como robot electoral con manual incluido.
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