En la era de las “fake news” (noticias falsas), habrá que ir al fondo para controlar la información noticiosa que consumimos a través de las redes sociales y grupos de chats donde las verdades y mentiras se mezclan muchas veces con el propósito de contaminar la buena comunicación y buscar que una mentira, se convierta en verdad.
El morbo y la mala fe es la constante donde algunos disquen periodistas disfrazados de “payasos” se prestan para atacar bajo consigna pero esa, esa es otra historia…
Ante eso, tenemos que ser escrupulosos para no transmitir notas falsas cuando circula de por medio el odio y la vacilación.
Y es que estaremos perdidos si nuestra fuente de información son nuestros contactos que combaten cual Tirios y Troyanos frustraciones y complejos que la política no resuelve pero si, el psicoanálisis y quizás la meditación en tiempos de “mindfulness”.
Y me refiero a las notas sobre la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador que estuvieron circulando la semana pasada donde sus opositores y adversarios sostenían (cual chisme de barrio o intriga académica), que nuestro presidente se encontraba en mal estado de salud, donde la creatividad para inventarle patologías despertó los zopilotes que muchos llevan dentro.
El presidente podrá despertar animadversiones para quienes no coinciden con su forma de gobernar, y no me refiero a quienes dejaron de hacer negocios o fueron desplazados políticamente por la cuarta transformación-esos están muy encabronados-, me refiero a quienes tienen derecho a disentir con respeto y civilidad donde la polarización nos distingue los unos de los otros sin filias ni fobias sino con debate, argumentos y leyendo.
Hablar de una enfermedad que ha perturbado al mundo entero y a todas las sociedades en su conjunto es una responsabilidad elevada, si atendemos que aún la comunidad científica sigue sorprendida por el diminuto virus que ha provocado daños inimaginables por ser precisamente desconocido e invisible.
Y nos agarró la lluvia sin estar nublado…
La cura para estos vicios se hace a través de la lectura a conciencia de las cosas y viajando como dirían los grandes románticos contra los prejuicios y la ignorancia.
Construyamos verdades fidedignas, aunque estemos en desacuerdo.
Para eso está la tesis y la antítesis en vez de convertirse en detractores que se multiplican cual tormenta de cetosis.
Ante eso, la información como anticuerpo para no ser vencido por el odio y la desinformación.
El veneno sobra cuando hay mucho COVID y ese, es el que tenemos que combatir.
@CUAUHTECARMONA