Política

Colosio y el poder de las conspiraciones

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

¿Por qué las personas inteligentes creen en teorías de conspiración, incluso cuando son completamente infundadas?

Con esa frase arranca el libro Conspiracy theories and other dangerous Ideas, de Cass R. Sunstein.

El sábado Daniel Marcelino Niño Jiménez, juez cuarto de distrito en materia penal de Toluca, dictó formal prisión al ex agente del Cisen Jorge Antonio Sánchez Ortega, por el delito de homicidio calificado en el caso de Luis Donaldo Colosio, en la hipótesis de coautoría con Mario Aburto.

Con esto cumple un capricho del fiscal Alejandro Gertz y el ex presidente López Obrador, que Claudia Sheinbaum ha abrazado con entusiasmo.

No hay una sola evidencia que sobreviva el mínimo escrutinio de que Sánchez Ortega haya intervenido en el asesinato, como lo han dicho múltiples autoridades desde 1994 y jueces cuando Gertz había intentado hacer lo que ahora, otro juez, en estos tiempos del Poder Judicial, le concedió.

Las intenciones de Gertz, AMLO y ahora Claudia están claras. Achacar el magnicidio a sus enemigos legendarios.

Pero en este caso hay algo más. Se satisface un sentimiento arraigado entre los mexicanos y que tal vez comparten nuestras autoridades de hoy; como las teorías en el caso Kennedy están arraigadas en los estadunidenses o que el 9/11 haya sido un montaje.

Me tocó cubrir y reportear aquellas fiscalías y he leído todos los informes y libros que se han escrito al respecto para un par de guiones, hace años para una película y recientemente el del pódcast Dramamex.

En todos estos años de repente me da por preguntar a amigos, conocidos, compañeros de trabajo, parientes quién creen que mató a Colosio. Me sobran dedos de una mano para contar a quienes creen que fue Aburto solo. Más allá de cualquier evidencia.

Sé que no hay manera de mejorar esa cuenta. Como dice Sunstein:

“Las teorías de la conspiración generalmente atribuyen a ciertos agentes poderes extraordinarios: planear, controlar a otros, mantener secretos, y así sucesivamente. Quienes creen que esos agentes poseen tales poderes tienen especialmente pocas probabilidades de prestar atención a los desacreditadores, quienes, a sus ojos, pueden, al fin y al cabo, ser agentes de quienes fueron responsables de la conspiración en primer lugar.

“Dado que los desacreditadores no son fiables, la técnica más sencilla para disipar creencias falsas (y también dañinas) —proporcionar información creíble— puede no funcionar para las teorías y los teóricos de la conspiración”.


Google news logo
Síguenos en
Carlos Puig
  • Carlos Puig
  • carlos.puig@milenio.com
  • Periodista. Milenio TV, Milenio Diario y digital, de lunes a viernes. Escucho asicomosuena.mx todo el tiempo.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.