El acuerdo “se trata de que la CFE le compra energía a particulares y ahora la CFE está vendiendo menos. Tomamos la decisión también de no aumentar las tarifas para consumo doméstico. Hay una pérdida y resulta que los particulares no aportaban nada. Ahora lo que se está haciendo es que se le está dando un trato justo a la CFE en cuanto a subir la energía a la red. Antes lo tenían los particulares. Y esto, desde luego, a quienes tienen negocio no les conviene [...]. No hay ninguna violación a la Constitución. Esto está dentro de las facultades de la Sener. Se estaba buscando que haya orden y que no se siga arruinando a la CFE”.
Esta fue la explicación del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre las razones del “Acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional, con motivo del reconocimiento de la epidemia de enfermedad por el virus SARS-CoV2 (covid-19)” del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) que se publicó el 29 de abril. Este documento suspende —entre otras medidas— de forma indefinida la incorporación de nuevas plantas de generación eólicas y solares fotovoltaicas. En ninguna parte se refirió a la crisis sanitaria.
“En esa respuesta, el Presidente no se dio cuenta que se acababa de autoincriminar en caso de un arbitraje internacional. Es muy difícil para este tipo de demandas de protección de inversiones tener la declaración de la persona de más alto rango sobre las verdaderas razones del acuerdo, como es en este caso la de proteger a una empresa pública”, me dijo el representante legal de una firma privada del sector eléctrico mexicano.
AMLO terminó diciendo que invitaría a la conferencia mañanera del jueves a la secretaría de Energía y al director general de CFE. Ninguno de los dos estuvo ayer dando su versión.
La Cofece emitió un comunicado donde considera que algunas de las disposiciones del acuerdo son contrarias a la competencia y libre concurrencia, en perjuicio de los consumidores y de las empresas mexicanas.
“Hay una reforma energética que respetar. Si se decide apoyar a un monopolio, si ya no quieren competencia, que se hagan los cambios legislativos y que se compren las instalaciones privadas que están listas y paradas”, agrega el abogado.
Este acuerdo afecta a 44 proyectos de generación que estaban en marcha: 28 plantas solares y eólicas que ya producían y vendían energía y solo estaban a espera de su prueba de operación y otros 16 proyectos en construcción, con una inversión de 6 mil 400 millones de dólares.
Detrás de esta decisión de “dar un trato justo a CFE” está el mandato de comprar a Pemex combustóleo para las plantas de la comisión, una medida que no solo afecta a las finanzas estatales sino a la salud pública, ya que aumenta las emisiones nocivas en zonas cercanas a esas plantas afectando directamente a las personas, que hoy se cuidan de un virus que también afecta (como el combustóleo) a las vías respiratorias.
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