Política

Visión Misión

Visión y misión son conceptos básicos e hilos conductores de cualquier organización moderna, en lo privado y también deberían serlo en lo público. Si la visión es destino y sueño a alcanzar, la misión es el camino y la brújula que guía. Si la visión dicta llegar al horizonte, la misión te aconsejará la dirección a seguir. Si la visión es el qué, la misión es el cómo, el con quién y el para qué.

Visión y misión: dos alas de una misma golondrina que, cuando en grácil aleteo se combinan, pueden impulsarnos hacia metas ambiciosas y lejanas, porque juntas generan, a un tiempo, la inspiración para proyectar y la fuerza para andar. Y ya en estado filosofal, me percato que vivo en tiempos de gran visión y pobre misión; una triste desalineación que produce consecuencias lamentables.

Si la gran visión fuera importante, una ministra plagiaria no seguiría en su cargo, porque un país que cree en un horizonte de certeza, no permitiría, no aceptaría, no admitiría a una mentirosa en sus altas cortes, pero como lo importante es la pobre misión, el actuar inmediato dicta que los votos de esa señora son importantes para consolidar un régimen y entonces todo se tuerce, se dobla, se interpreta y reinterpreta, con la única finalidad de cumplir esa misión.

Si lo importante fuera la gran visión, la construcción improvisada de un tren que está devastando una selva debería detenerse de inmediato para planearlo mejor, porque un país de ensueño no permite que el desarrollo justifique la destrucción absoluta del último reducto importante de biodiversidad que se tiene, pero como lo importante es la pobre misión y esa dicta que hay que hay que hacer lo que se ordenó a cualquier precio, destruyendo lo que se tenga que destruir, entonces el tren sigue y sigue porque sigue.

Podría continuar acabándome el hígado con ejemplos de gran visión y pobre misión, pero la lista se volvería interminable. La de hoy es una visión hermosa que de verdad crea esperanza y promete un país maravilloso. Sin embargo, sufrimos a cada segundo una misión plagada de errores, atropellos, ineficacia e ineptitud: un caso típico y extremo en el que la misión y la misión no coinciden, no se alinean, no corresponden; una visión luminosa con una misión podrida.

Por eso, tanto en la empresa como en la vida, siempre cuida que tu visión corresponda con tu misión; que el espíritu de tu sueño sea congruente con las formas de tu hecho; que tu desastrosa acción jamás traicione la nobleza de tu motivación; que no acabes justificando un daño hecho en nombre de un bien deseado. La póstuma evaluación no vendrá jamás de lo que dices querer, que es tu visión, sino de lo que haces y cómo lo haces, que es tu misión. Sé coherente y tu éxito, así sea limitado, está garantizado. Es el consejo organizacional de tu Sala de Consejo semanal.

Arnulfo Valdivia Machuca

@arnulfovaldivia

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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