La existencia de porros en la UNAM es histórica. Los intentos de desestabilizarla, no se diga. Pero en el sexenio anterior, de forma especial, hubo una descalificación directa sobre la institución desde el atril presidencial, a la que se llamó “neoliberal y fifí”, y contra las clases medias, a las que se tildó de “aspiracionistas” por buscar mejores condiciones, entre otras vías, mediante la instrucción universitaria.
Algo cambió con el relevo presidencial, pues Claudia Sheinbaum, egresada puma, investigadora en su momento con cubículo e hija de una bióloga eminente, Annie Pardo, ha mantenido un tono de respeto con las autoridades de su alma mater. Se sabe que Hacienda recorta presupuesto a las instituciones de educación superior, solo para alegar después “un error” y rectificar. Salvo eso, la relación ha fluido.
Sin ser, por tanto, una conducta dictada desde Presidencia y tampoco desde Morena, la promoción de paros en varias facultades y bachilleratos sí trae padrinazgos y madrinazgos guindas, como han detectado ya en la Universidad. Algunos de ellos, antiguos líderes que no terminan de irse y siguen parasitando Ciudad Universitaria. Fósiles.
En la UNAM se preguntan qué intereses persigue, por ejemplo, Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de la Mujer, patrocinando grupos en la Escuela Nacional de Trabajo Social y en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, escuela esta última en la que atribuyen a Jesús Ramírez Cuevas, ex vocero de AMLO y hoy en una oficina de Palacio, el control de activistas que han provocado cuantiosos destrozos.
No se sorprenden mucho en territorio puma de hallar que Martí Batres, integrante de la cúpula del CEU de los 80, en la que figuraba la hoy Presidenta, aparezca como uno de los patrocinadores de movilizaciones en distintos planteles, pero sí llama a inquietud enterarse de que César Cravioto, secretario de Gobierno capitalino, concentre a su gente en las preparatorias 2 y 7, así como en el CCH Azcapotzalco.
Dicen en CU que, si bien hay estudiantes que mantienen demandas válidas y deben ser atendidas, no hay que perder de vista a aquellos grupos ya detectados y si hay nexos con el bloque negro, del que se ignora quién lo apadrina.