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¿La estanflación está a la vuelta de la esquina?

  • Columna de Alejandro Gómez Tamez
  • ¿La estanflación está a la vuelta de la esquina?
  • Alejandro Gómez Tamez

La estanflación se define como una situación económica en la que un país que sufre de estancamiento económico a la vez que persiste el alza de los precios y el aumento del desempleo. Con esto en mente es que tal vez lo más delicado del reporte del FMI es que no obstante que se recortan las perspectivas de crecimiento de muchos países, también se advierte que la economía mundial está entrando en una fase de riesgo inflacionario. Es por ello que le pide a los bancos centrales que estén “muy, muy atentos” y tomen medidas tempranas para endurecer la política monetaria y suban tasas de interés en caso de que las presiones sobre los precios sean persistentes. El informe deja en claro que “los bancos centrales…deben estar preparados para actuar con rapidez si la recuperación se fortalece más rápido de lo esperado (problemas de exceso de demanda) o si los riesgos de aumento de las expectativas de inflación se vuelven tangibles”.

En este sentido, el reporte del FMI no está solo. En una nota del Wall Street Journal publicada el 13 de octubre se menciona que las perspectivas de la economía mundial se oscurecieron con la publicación de una serie de indicadores de Europa y Asia que sugieren que el crecimiento flaqueó en el tercer trimestre, obstaculizado por los problemas de las cadenas de suministro en todo el mundo, una fuerte aceleración de la inflación y el impacto de la variante delta del covid.

Desde Suecia y el Reino Unido hasta Alemania y Japón, los puertos están congestionados y los cuellos de botella en el comercio internacional de materias primas y componentes han impactado negativamente a las fábricas, lo que ha provocado que algunas de éstas detengan la producción y que los ejecutivos adviertan a los clientes que tendrán que esperar por los productos que se necesitan con urgencia.

El FMI advierte que derivado del aumento de la inflación en varios países, los riesgos para las perspectivas económicas han aumentado, lo que ha vuelto más complejo el análisis costo-beneficio de una política cobre otra. ¿Se debe privilegiar la estabilidad de precios y menores tasas de interés en un contexto de débil demanda agregada y frágil recuperación económica? El FMI recomienda mitigar las presiones inflacionarias antes de permitir que se arraiguen las mentalidades inflacionistas en los agentes económicos. “Una espiral de dudas podría frenar la inversión privada y conducir precisamente a una recuperación más lenta del empleo que los bancos centrales buscan evitar cuando retrasan el endurecimiento de las políticas”, advirtió el FMI. En otras palabras, los bancos centrales no deben hacer nada si la inflación es transitoria, pero deben intervenir rápidamente si no lo es. Si tan solo los bancos centrales supieran cuál es cuál.

Por su parte, se debe destacar que existe una peligrosa divergencia en la implementación de políticas económicas entre países. Mientras que México lleva tres apretones de 0.25 puntos porcentuales en la tasa de interés objetivo del Banco de México, el Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) sigue analizando la pertinencia de disminuir o eliminar su programa de compra de bonos en algún momento de principios de 2022 (hablar de subir tasas de interés es casi impensable). Para ilustrar las diferencias monetarias, tenemos que en la primera semana de octubre de 2021 estas eran las tasas de interés nominales de los bancos centrales de algunos países: Suiza (-0.75%), Dinamarca (-0.60%), Eurozona (-0.50%), Japón (-0.10%), Reino Unido (0.10%), Estados Unidos (0.13%), Canadá (0.25%), Corea del Sur (0.75%), Chile (1.50%), Colombia (2.00%), China (3.85%), India (4.00%), México (4.75%), Brasil (6.25%), Rusia (6.75%), Turquía (19.6%) y Argentina (51.4%).

El pronóstico central del FMI es que la inflación aumentará drásticamente hacia fines de este año, pero que se moderará a mediados de 2022 y luego volverá a niveles previos a la pandemia, similar a la narrativa actual de la mayoría de los bancos centrales. Sin embargo, la realidad y las perspectivas de los consumidores están mostrando ser más persistentes. Es evidente que los riesgos de inflación están sesgados al alza, mientras que los del crecimiento están inclinados a la baja, mientras que la receta del FMI es que los bancos centrales actúen subiendo tasas si los precios muestran signos de durabilidad.

La conclusión de todo esto es que el mundo seguirá transitando en una fase de inflación que se irá extendiendo a lo largo y ancho del planeta. La gran incógnita es si estas presiones serán de corta o larga duración, pero en el inter veremos un apretón monetario. En México ya estamos acostumbrados a las altas tasas de interés, el riesgo es lo que sucederá con el tipo de cambio peso-dólar cuando se acabe el exceso de liquidez mundial y Estados Unidos tenga tasas de interés en torno a un 1 o 2%. El impacto en la paridad peso-dólar puede afectar la tasa de inflación y ello puede generar mayores alzas en la tasa de interés en México, las cuales podrían llegar a niveles de un 6.0% el año que viene. En este escenario, podríamos esperar mayores costos financieros para el gobierno federal y empresas, menos inversión y menor crecimiento económico.

Alejandro Gómez Tamez

alejandro@gaeap.com

@alejandrogomezt

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