Las tres grandes automotrices de Estados Unidos estimaron un impacto por hasta 9 mil 713 millones de dólares causado por los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre sus ganancias y costos.

General Motors, Ford y Stellantis advierten que de momento no suben precios, pero no saben cuánto podrán sostener esto para los consumidores.
General Motors
General Motors es la compañía que resentirá el mayor efecto negativo, pues de acuerdo con Paul Jacobson, vicepresidente y director financiero de la empresa norteamericana, el impacto bruto por las tarifas que sufrirá la empresa es entre 4 a 5 mil millones de dólares.
“Continuamos produciendo e importando vehículos de Canadá, México y Corea del Sur para evitar interrupciones para nuestros clientes y concesionarios. Con el tiempo, confiamos en que nuestro gasto en este tipo de impuestos total disminuirá a medida que surjan acuerdos comerciales bilaterales y se ajusten nuestros procesos de abastecimiento y producción”, expuso el directivo en reunión con analistas.
Contó que están impulsando importantes iniciativas de mitigación con lo cual proyecta que puedan compensar al menos 30 por ciento de este impacto millonario.
Mary Barra, presidente y CEO de General Motors, dijo que una vez que pase este año, las mejoras estarán en condiciones de revertir esta situación, pero también dependerá de los acuerdos finales que alcance con Canadá, México y Corea del Sur.
“Seguiremos realizando mejoras generales a medida que avancemos hacia el próximo año”, reiteró.
Ford
En el caso de Ford, la empresa calcula que tendrá un impacto negativo de aproximadamente 3 mil millones de dólares en el flujo operativo bruto ajustado (Ebit, por su sigla en inglés) al cierre de 2025.
“Nuestras perspectivas para todo el año asumen un impacto negativo de aproximadamente 3 mil millones de dólares en el flujo bruto ajustado, el cual compensaremos parcialmente en mil millones con medidas de recuperación, principalmente factores de mercado”, explicó Sherry House, directora financiera de la marca del óvalo azul.
Remarcó que la mitigación la lograrán aprovechando la mayor demanda de autos en Estados Unidos, sostener precios de los vehículos y mejorar su estructura de costos.
“Dado el posible rango de resultados relacionados con la evolución del impacto neto en los aranceles por segmento, sólo proporcionamos una perspectiva total de la compañía para el resto del año”, expuso.
Stellantis
En el caso de Stellantis, firma que nació de la fusión de FCA y PSA, calculó un impacto de hasta mil 500 millones de euros (que son alrededor de mil 713 millones de dólares).

“Esto se suma a otros obstáculos que habían surgido, como los tipos de cambio, la reducción de volúmenes en ciertos productos y segmentos de clientes”, explicó Doug Ostermann, director financiero de la compañía.
Sin embargo, advirtió que ellos como cualquier empresa automotriz que comercializa en Estados Unidos, en algún momento refleja en sus precios los aranceles, pues son referentes que causan inflación.
“Creo que la gente ha reaccionado con lentitud porque todos estamos esperando a ver cómo evoluciona todo. Y, por supuesto, nosotros, la mayoría de los fabricantes de equipos originales (OEM) en Norteamérica, solemos tener entre 60 y 90 días de inventario sin aranceles, que podríamos seguir vendiendo. Creo que estamos llegando al final de ese período”, expuso.
Situación en México
Aunque las empresas del sector automotriz no indican cambios en su operación por los aranceles de Estados Unidos, hay un cambio en la estructura global de inversiones pues recientemente se anunciaron los cierres de plantas de empresas como Nissan y Michelin.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, al primer trimestre de 2025 las inversiones del sector se redujeron en casi 10 por ciento después de que entre 2023 y 2024 venían creciendo por arriba de 100 por ciento, y es que ahora tienen que reducir gastos para cubrirse de los cambios políticos y comerciales en el mundo.
A principios de junio, el fabricante de llantas Michelin decidió reducir la producción de llantas en su planta de Querétaro, con el objetivo de finalizar sus operaciones industriales a finales de 2025.
En un comunicado, la compañía destacó que esto es para dar tiempo a la dirección, durante esta semana, de entablar discusiones colectivas con los empleados.
La compañía aclaró que esta decisión de cerrar la planta no es por la imposición de aranceles en Estados Unidos, sino que fue resultado de una revisión exhaustiva de sus operaciones, considerando que la tendencia del mercado para automóviles de pasajeros y camionetas ligeras se está orientando hacia tamaños de llantas mayores, para los cuales la planta de Querétaro no cuenta con la infraestructura necesaria para producirlas.
Por otro lado, la automotriz japonesa Nissan anunció que para finales del año fiscal 2025 (que es en marzo de 2026) moverá la producción de vehículos que hacía en su planta Civac, ubicada en Morelos, a su complejo de Aguascalientes anunciando así su desactivación.
En un comunicado destacó que esto es parte de su plan Re:Nissan, y que el movimiento “fortalecerá la sólida y fuerte huella de manufactura global de la empresa, alineada con las necesidades del mercado y lo suficientemente ágil para satisfacer las demandas futuras”.
“Nissan transferirá toda la producción de vehículos en México al complejo Nissan de Aguascalientes durante el año fiscal 2025 (que parte de abril 2025 a marzo 2026). Esto significa que la producción de vehículos Nissan en la planta CIVAC, ubicada en Morelos, se desactivará durante dicho ejercicio fiscal", señaló la compañía automotriz en mensaje a medios de comunicación.
JJ