Iveth Liliana Hernández García, joven mujer de 27 años, desapareció en pleno centro de Poza Rica, Veracruz, en el bulevar Adolfo Ruíz Cortines y calle Sabino, en la colonia Chapultepec.
Su padre y su esposo, Emilio Hernández, tienen fotos, cepillos de dientes y el peine que usaba su hija para peinar su largo cabello, con esperanzas de encontrarla.
“Esto que yo traigo para mi es esperanza, es complemento, todo lo que traigo yo aquí, es ya lo último”
El equipo de MILENIO pudo entrevistar a familiares de personas desaparecidas que acudieron con la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz a entregar objetos personales que contienen ADN.
Esos artículos que el esposo de su hija guardó en bolsas selladas, junto con las muestras de ADN que entregó a las autoridades, serán de gran ayuda para localizar viva o muerta a Ivette, madre de tres niños de 13, 10 y 6 años de edad.
“Digo para mí la locura, mía, mía de su papá de Iveth hablo con Dios digo dios si tú me la quieres traer caminando excelente, si me la quieres traer ya en una cajita funeraria excelente, que se haga tu voluntad”
Ivette salió de su hogar para tomar un curso de microblading en la calle 16 de Septiembre de la colonia Tepeyec, para después ir a comprar equipo especializado con un hombre identificado como Bryan, quien también desapareció, pero un día antes.
“Su día normal; lunes llevar a los niños a la escuela, de ahí ir a tomar su curso a las once de la mañana, la gente con la que convivio la vieron bien, normal, convivieron con ella, se retiró, se separó, le tomaron una foto que es la que yo traigo aquí, que es la ropa con la que ella desapareció y tenía la cita, hizo cita con esa persona, esta persona le iba a vender esa maquinita para microblading, ahí se desapareció ella”
Antes de desaparecer la joven avisó a su esposo que ya iba para su casa; “Ya voy para la casa, no te preocupes".
Sus tres hijos la esperaban ansiosamente porque tenían hambre y ella les llevaba unos tacos para comer, sin embargo nunca llegó.
La última ubicación que mostró el GPS del celular de Liliana fue la calle 26 y avenida Uno de la colonia Cazones aproximadamente a las 18:00 horas de la tarde del día que desapareció.
Emilio viajó desde la ciudad petrolera del norte de Veracruz hasta el WTC de Boca del Río a la toma masiva de muestras de ADN para familias de desaparecidos, con lo que esperan dar celeridad a la identificación de restos de miles de personas que tienen almacenados en instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz.
Desde abril del 2024 Emilio cría a sus dos nietos mayores; la más pequeña de seis años está a cargo de su papá.
Hoy Emilio enfrenta el haberse quedado si nada tras las inundaciones. Las labores de búsqueda en la zona norte están suspendidas por la misma situación de las inundaciones.
Más personas esperan encontrar a sus familiares
Yanira Pacheco Ramírez llegó también a la toma masiva de muestras de ADN, convocada por los colectivos, Fiscalía y Comisión Estatal de Víctimas.
Espera que sirva para encontrar a su hijo Félix Ricardo Cuevas Pacheco, un tatuador desaparecido el año pasado en Ciudad Mendoza.
Si último mensaje lo envió a las 11:00 horas del 29 de agosto del 2024.
“Porque mi hijo está desaparecido y nos solicitaron nos presentáramos hoy, va a ser una jornada me parece de tres días y traemos fotografía y los documentos que tramemos de la Fiscalía.
—¿Cuándo desapreció su hijo y dónde?—
“En Ciudad Mendoza, Veracruz el 29 de agosto del 2024”.
La toma de muestras puede hacer que su hijo sea encontrado, seguramente ya sin vida.
“Yo digo que está bien, se supone y esperamos que sea para agilizar la identificación de nuestros familiares. ¿Usted piensa que su hijo ya falleció? Sí”
Esmeralda Marín López llegó con su madre y primas a dejar muestras para localizar a su hermano Dionisio Marín López, víctima desaparición forzada hace una década, concretamente el 12 de septiembre de 2015 en El Tejar, Medellín de Bravo.
“Se lo llevaron de ahí mismo de la colonia, gente que no sabemos quiénes fueron, se presentaron como Judiciales, se llevaron a él y a dos muchachos más, y pues él a lo que se dedicaba era albañil.
—¿Podría ser desaparición forzada si eran policías realmente—
“Exactamente”
—¿Y qué avances les han dado de la investigación?—
“Ninguno ya tiene 10 años y no han hecho nada”
Esmeralda también busca a sus primos Genaro Hernández Ayala, desaparecido en marzo de 2012 y Víctor Hernández Huerta, el 21 de julio de 2023.
Todos ello desaparecieron en Medellin de Bravo
“Dijera uno solamente dios sabe porqué hace las cosas y si es de Dios que con estas muestras suceda algo, así será, pero la delincuencia ya está más de lo que era antes”
—¿Persiste el problema?—
“Sí, todavía sale uno con el temor de que pase algo y ya no regrese a casa, pues así pasó con mi hermano, salió solo pagar una deuda que tenía de la tienda y ya no regresó, y pues ese es el temor de uno”
“Dionisio tenía 22 años, al otro día cumpliría los 23, pero ya no hubo celebración. Ya no la hay desde hace 10 años, desde el sexenio de Javier Duarte donde las desapariciones masivas ocurrían a diario”
rdr