Comunidad
  • “Mi árbol y yo”, una iniciativa para oxigenar al Edomex

  • Las y los legisladores mexiquenses han aprobado una iniciativa para entregar a las familias un árbol por cada registro de nacimiento de un nuevo bebé, con el compromiso de plantarlo y cuidarlo.
Sembrar un árbol por cada nacimiento podría repoblar bosques, pero los esfuerzos en México siguen siendo aislados. Foto: Tania Contreras

Sembrar un árbol por cada nacimiento en el país no es una medida nueva, pero los esfuerzos hasta el momento han sido aislados, pese a que al año nacen 1.6 millones de nuevos seres que, con su respectivo árbol, permitirían repoblar el territorio mexicano con macizos forestales para tener oxígeno, disminuir la contaminación, controlar las temperaturas extremas y pintar de verde los paisajes grises.

A partir de estos beneficios y ante los grandes problemas que enfrenta el Estado de México, el Congreso local informó a MILENIO que se decidió a dar un paso al frente y contemplar en la ley la obligación de otorgar árboles de retoño a quienes acudan al Registro Civil para generar el acta de nacimiento de su hijo o hija, esperando que el padre y la madre se comprometan y cuiden del árbol como de sus descendientes.

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Con 1.6 millones de nacimientos al año, México podría recuperar bosques si sembrara un árbol por cada nuevo bebé. Foto: Iván Carmona

Sembrar árboles: mitigar la contaminación 

Las ventajas de contar con más árboles no sólo son nutricionales o ambientales, mitigan la contaminación, reducen los problemas de salud, controlan la temperatura; también ayudan a controlar los grandes problemas del siglo: la erosión, las inundaciones, recargan de agua los mantos freáticos y albergan vida silvestre a su alrededor.

En otros países se han implementado este tipo de medidas exitosamente y ahora la entidad más poblada del país, el Estado de México, con los mayores niveles de contaminación y grave deterioro de sus suelos, cuencas de agua e innumerables infecciones respiratorias, hará lo necesario para llevar a cabo esta medida.

La propuesta no salió del Poder Ejecutivo, que desde hace años se ha dedicado a promover campañas de plantación, al grado de asegurar que es la única entidad del país que ha logrado aumentar su masa forestal, pese a los incendios, la tala clandestina y la expansión de la mancha urbana; sino del Legislativo.

La iniciativa ya fue avalada en la comisión de Protección Ambiental y Cambio Climático; se aprobó este jueves en el pleno, para revivir una vieja tradición que hace muchos años estuvo vigente en el municipio turístico de Ixtapan de la Sal, que hoy está inundado de árboles tulipanes naranjas, una especie que no es nativa del lugar, pero llegó para quedarse desde hace años y hoy viste de ese color al pueblo mágico.

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La propuesta de sembrar un árbol por nacimiento no es nueva, pero falta coordinación para lograr un impacto real. Foto: Tania Contreras

En el Registro Civil de ese municipio se entregaba al padre y a la madre un árbol de renuevo cada que acudían a registrar a un nuevo integrante de la familia, para que lo sembraran y cuidaran con la nueva vida.

Así ocurrió con la familia de Selina Trujillo Arizmendi, quien aún conserva el árbol de su bisabuela, su abuela y su madre. A ella ya no le tocó, pero cuando conoció el legado de sus antepasadas sembró un frondoso árbol que hoy le da cobijo, sombra y la hace mantener sus raíces con la tierra que la vio nacer.

Van cuatro generaciones

Hace varias décadas, Rufina Arizmendi, la bisabuela de Selina Trujillo, llegó a este mundo y con ella empezó a florecer un árbol que hoy sigue en pie, firme, brindando oxígeno.

Llegó la generación de sus abuelas, Amparo y Josefina Sánchez Arizmedi, quienes también redujeron su cuota ambiental con su respectivo árbol. Luego, en 1956, nació Cristina Arizmendi, quien también obtuvo su árbol y dio vida en 1976 a su primera hija, María Yesenia Trujillo, quien fue la última en recibir un retoño del municipio.

Selina Trujillo, hermana de María Yesenia, ya no recibió árbol al nacer porque el programa había desaparecido, pero siempre vio los árboles de su familia y disfrutó de sus grandes beneficios. A los 10 años se fue a vivir al municipio de La Paz y siguió visitando su municipio natal. Pasaron los años y por alguna razón el terreno donde estaban los árboles quedó en otras manos, igual que los árboles de su bisabuela, su abuela, madre y hermana.

El objetivo de Selina por mucho tiempo fue recuperar ese predio y los árboles. Hace varios años, cuando pudo, compró el terreno y recuperó no sólo los árboles de su familia, sino que también sembró un árbol por ella, el cual ya creció y es un árbol adulto, símbolo de una nueva generación.

Está cerca del de su hermana, quien se fue a vivir fuera de México y siempre que habla por teléfono lo primero que pregunta es cómo está su árbol, con quien generó un lazo indestructible, inmune a la distancia y al tiempo.

“Luego habla para preguntar cómo está su árbol y en un momento me pidió que le llevara tierra de su árbol, pero no la llevamos porque obvio que no la permiten pasar en Estados Unidos, pero su relación con su árbol es muy grande” y durará muy probablemente más allá de esta vida.
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El objetivo de Selina por mucho tiempo fue recuperar ese predio y los árboles. Especial

La consuelan con fotos y vídeos para que lo vea y tenga la certeza de que es cuidado, querido por toda la familia y sigue de pie, brindando fortaleza a su alrededor.

Replicar la medida

Para Selina Trujillo, quien ahora es legisladora, esta medida es muy útil y sería de gran apoyo en las zonas urbanizadas, donde hay solo cemento, en zonas como el oriente, donde hay demasiada contaminación por el número de autos y la calidad del transporte, entre otros problemas que la vegetación y en especial los árboles serían capaces de contrarrestar.

“Es una política pública que funcionará. En el análisis que tengo es que debe ser endémico y debe ser apropiado, porque por ejemplo la zona oriente donde yo vivo, los árboles que siembran siempre tiran o rompen las banquetas, fractura las paredes, por eso tiene que ser uno adecuado, donde la opción cuando no hay espacio dentro de casa son las banquetas.
“Hay calles en La Paz que están llenas de árboles y los vecinos las cuidan y hacen la limpieza y creo que sí vale la pena tener esta garantía de un oxígeno más limpio para los niños, para todos” señala.

Por esa razón preparó una iniciativa de ley en este sentido, que se podrá sumar a la que ya analiza la Legislatura o simplemente sumarse a esa propuesta, que tiene el mismo objetivo, donde el fin es lograr un mejor mundo para todos.

Esto tomando en cuenta que la deforestación es uno de los principales problemas ambientales que sufre el Estado de México, derivado de la tala clandestina, por lo cual los pinos oyameles y encinos han sufrido una explotación irracional, generando el deterioro ambiental en el ecosistema y creando cambios en el ambiente.

La tala clandestina de árboles genera una pérdida de masa forestal y no se logran recargar los mantos acuíferos que se mantienen con altos niveles de sobreexplotación, por lo que urge combatir el cambio climático, aumentar la superficie boscosa, generar conciencia ambiental y fomentar la participación ciudadana, salvaguardando la diversidad biológica.

Experiencia internacional

Entre los casos exitosos está el de Bruselas, Bélgica, en el año 2020; un proyecto llamado Baby-Boom para ayudar a reforestar los países del sur. En España, la Fundación Savia ha propuesto que por cada niño que nazca se siembre un árbol, una iniciativa que permitiría vincular al menor con su territorio y ayudaría a frenar el cambio climático.

En Argentina existe un programa exitoso que tiene 25 años de haberse iniciado. En la localidad de Salliqueló hay 9 mil habitantes distribuidos en 80 mil hectáreas. 

El programa consiste en que en septiembre se hace la cuenta anual de niños que nacen y al inicio de la primavera comienzan a invitar a las familias que ese año recibieron el nacimiento de un hijo a que se presenten por el árbol de su hijo, y que lo reciban junto con una placa que se coloca junto con el árbol entregado. De ahí se formó la bella tradición de tomar la foto del niño que cumple 15 años junto con su árbol.

En contraste, en el Estado de México se pierden 4 mil 476 hectáreas de bosque al año y se tiene conocimiento que nacen al menos 217 mil 873 niños cada 12 meses, lo cual, traducido en árboles plantados, mitigaría un porcentaje importante la contaminación e impactaría directamente la calidad de vida de la población mexiquense.

Los expertos señalan que la cantidad de dióxido de carbono que un árbol puede absorber varía según su especie, tamaño, edad y condiciones ambientales. En promedio un macizo forestal maduro puede absorber alrededor de 48 libras de dióxido de carbono al año, lo cual equivale aproximadamente 21.7 kilogramos, por lo que si se siembra la cantidad de niños que nacen entonces estarían ayudando a absorber un promedio de 4 millones 727 mil 844 kilogramos al año.

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En el Estado de México se pierden 4 mil 476 hectáreas de bosque al año. Foto: Tania Contreras

La iniciativa con visto bueno

La iniciativa que aprobó el Congreso mexiquense considera la entrega de un árbol por cada hijo nacido, para contribuir directamente a la creación de un futuro más sostenible, brindando un legado tangible que las generaciones venideras podrán disfrutar y valorar. La medida, indicó el legislador, fortalece y contribuye a la meta del Programa Nacional de Reforestación y la campaña estatal.

El otorgar un árbol en el momento del nacimiento de un hijo establece un vínculo entre la vida y la naturaleza, tiene un profundo valor educativo e involucra a la familia en el cuidado del ambiente y la necesidad de protegerlo, donde a medida que el niño crece el árbol también lo hace.

“Plantar un árbol no es sólo un acto aislado sino un compromiso con el futuro. A lo largo de su vida el niño podrá ver como el árbol crece junto a él y aprenderá la importancia de mantener el equilibrio y el bienestar del mundo que le rodea” indicó el diputado Israel Espíndola López.

Con la reciente aprobación se contemplará en el Código para la Biodiversidad que “los familiares podrán solicitar a Probosque o al área competente del ayuntamiento, la entrega de forma gratuita de un árbol joven o retoño, mostrando el acta de nacimiento de su hija o hijo presentado ante el Registro Civil o, (en caso de querer hacerlo para honrar a algún familiar fallecido), se debe mostrar el acta de defunción de su ascendiente o familiar, en un periodo no mayor a un año a partir de la fecha de registro. Todo esto, de conformidad con la disponibilidad y suficiencia presupuestal, así como las condiciones y recomendaciones técnicas que determine la autoridad competente”.

Durante las reuniones de trabajo de las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales, así como de Protección Ambiental y Cambio Climático, las y los congresistas coincidieron en los beneficios de la iniciativa, donde el proponente señaló que no representa un gasto oneroso, sino una inversión en conciencia ambiental que también genera ahorros al dejar de gastar en enfermedades o desastres.

El diputado Octavio Martínez calificó la propuesta como vanguardista, inteligente y en concordancia con la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, pues contribuye a combatir la contaminación, pero pidió aclarar la responsabilidad administrativa entre los ayuntamientos y el Registro Civil y garantizar que las especies sean adecuadas a las condiciones de cada municipio.

La legisladora María del Carmen de la Rosa Mendoza planteó ajustar la redacción para establecer plazos de aplicación del decreto y sugirió contar con opiniones técnicas de especialistas para garantizar la viabilidad del proyecto.

Yesica Yanet Rojas Hernández propuso crear una insignia ecológica para los ayuntamientos que se sumen a la iniciativa y confió en que la medida impulse la participación local.

Generar conciencia ambiental

Israel Espíndola resaltó que el objetivo es generar responsabilidad social y conciencia ambiental para cuidar el entorno y celebrar la vida, pues el nacimiento de un niño o niña es un evento de profundo significado, lleno de esperanza, amor y compromiso con el futuro y con la plantación de un árbol no solo se conmemora el nacimiento, sino también se reconoce el impacto que los seres humanos tenemos sobre el medio ambiente y, en este caso, se envía un mensaje claro de que junto con la llegada de una nueva vida también se asume un compromiso con el futuro del planeta.

“Al igual que un niño o una niña, un árbol necesita tiempo, atención y cuidados para crecer y prosperar. El árbol se convierte en un símbolo de la vida y beneficia no solo a la persona que lo planta sino también tiene efectos positivos sobre la comunidad y el planeta en su conjunto.”
“Un árbol representa una contribución activa y tangible al bienestar del medio ambiente, promoviendo la sostenibilidad y la preservación de los recursos naturales desde el momento en que nace una nueva vida”, señala.

La necesidad, comenta, es evidente, pues la humanidad enfrenta desafíos medioambientales sin precedentes y la sostenibilidad y la protección del medio ambiente se han convertido en prioridades globales. El cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad son solo algunos de los problemas que afecten la estabilidad ecológica del planeta, poniendo riesgo el bienestar de las generaciones futuras, por lo cual las acciones que cada uno de nosotros tome hoy son cruciales para asegurar un futuro habitable para las actuales y siguientes generaciones.

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La iniciativa permitiría fortalecer macizos forestales, aunque hoy los esfuerzos se mantienen dispersos. Foto: Iván Carmona

El beneficio ambiental

La revisión documental y consultas que hizo con personas expertas en el tema, llevan al diputado Israel Espíndola a señalar que los árboles juegan un papel esencial en la lucha contra el calentamiento global, como pulmones de la tierra al absorber grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera, un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento del planeta.

Los árboles mejoran la calidad del aire que respiramos, lo cual evidentemente influye en la salud y el bienestar general, aunado a que son fundamentales para la conservación de los ecosistemas, proveen hábitats para muchas especies, contribuyen a la protección de los suelos, previenen la erosión y regulan el ciclo del agua, y son esenciales para regular el clima, las sequías e inundaciones

Tan solo un árbol puede absorber hasta 150 kilogramos de dióxido de carbono al año, además de dióxido de azufre, monóxido de carbono y ozono, para mejorar sustancialmente las condiciones de vida de las personas que habitan en áreas urbanas o cercanas a fuentes de contaminación.

Lo que también se valora mucho es que proporciona sombra, lo cual ayuda a reducir la temperatura ambiental, sobre todo en zonas urbanas donde existen islas de calor que elevan significativamente las temperaturas, sin contar que son el refugio de muchas especies animales.

Ayudan al ciclo del agua evitando inundaciones en áreas propensas a lluvias intensas y protege los suelos de la erosión, contribuyendo a la estabilidad del ecosistema.

En materia de salud pública existe una reducción de enfermedades respiratorias al mejorar la calidad del aire, pues la Organización Mundial de la Salud estima que los árboles urbanos reducen hasta en 24 puntos porcentuales la contaminación.

¿Cuántos nacimientos al año?

De acuerdo con el Inegi, en el 2022 se registraron 217 mil 873 nacimientos en la entidad. Si se toma en cuenta un promedio anual de 200 mil nacimientos, son el mismo número de árboles extras cada año capturando carbono, lo cual equivale a 44 mil toneladas menos de este contaminante en la atmósfera.

En 2024 se registraron 1 millón 672 mil 227 nacimientos en México, es decir, un promedio de tres nuevas vidas cada 60 segundos, aunque de acuerdo con el Inegi la tasa de nacimiento disminuyó 4.5 por ciento con respecto al año anterior.

Las entidades con mayor tasa de nacimientos por cada 1000 mujeres en edad fértil fueron Chiapas, con 86.7; Durango, 58.9 y Nayarit, 58.6. La tasa promedio en el país fue de 47.7 y el Estado de México se ubicó por debajo de ésta, entre los últimos cuatro lugares, con una taza de 39.1 por arriba de lo que tiene Hidalgo, Yucatán y Ciudad de México. Esta última, la capital del país, tuvo 32.8 nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil.

Con estos números México ha llegado a 133.4 millones de habitantes. El Consejo Nacional de la Población estima que este año nacerán en el país 2 millones 19 mil 907 personas y habrán fallecido 836 mil 585, de manera que para el 2030 la población será cercana a los 138 millones de habitantes.

La entidad más poblada es y seguirá siendo por mucho tiempo el Estado de México, donde actualmente habitan 17.7 millones de habitantes, de acuerdo con la estimación del Consejo Estatal de la Población.

10 bebés recién nacidos murieron en el incendio
10 bebés recién nacidos murieron en el incendio. | Especial

¿Y la masa forestal?

En contraste, se estima que de acuerdo con el inventario nacional forestal 2015-2020 el país tiene aproximadamente 138 millones de hectáreas forestales, que representan 70 por ciento de su territorio, y acumulan alrededor de 57 mil millones de árboles, por lo cual se ubica entre los 10 con mayor superficie forestada, de acuerdo con el Inegi.

La estrategia de restauración hidrológica forestal 2025 considera la plantación de 6 millones de árboles para reforestar 5 mil hectáreas en toda la entidad. Tan solo hace unas semanas la gobernadora Delfina Gómez Álvarez informó que en los últimos dos años se ha logrado la plantación de más de 2 millones de árboles y se fortalecieron las acciones para reducir la tala clandestina y el número de incendios forestales. En 2023 la mandataria señaló que la meta para todo el sexenio es plantar 60 millones de árboles, debido a que 108 municipios registran sequía y 24 sequía extrema.

Al término de la gestión de Alfredo Del Mazo Maza como gobernador, se informó que cumplieron con la meta de reforestación fijada al inicio de su mandato, con cerca de 90 millones de árboles plantados, con lo cual la entidad mexiquense era la única en el país que año con año reporta un incremento de 6 por ciento de su masa forestal.

Contaminantes

De acuerdo con la Red Automática de Monitoreo Atmosférico de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca, durante el primer trimestre del año, la calidad del aire estuvo 85 días fuera de norma, por partículas contaminantes PM10 y PM2.5.

La medición de contaminantes en diciembre de 2024 señala que durante 31 días se estuvo fuera de la norma y se declaró una contingencia por partículas pm 2. 5 el día 25. Durante ese mes se registraron ocho días en los cuales la calidad del aire sobrepasó los valores límites de la norma en ozono. Los únicos contaminantes que no rebasaron la norma fueron el dióxido de nitrógeno, el monóxido de carbono y el dióxido de azufre.

En ese mes se registraron 238 casos de asma, 509 de conjuntivitis, 15 mil 141 infecciones respiratorias agudas, 71 otitis media aguda, 40 casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, 65 enfermedades cerebrovascular y 70 enfermedades isquémicas del corazón.

Se estima que durante ese mes la contaminación del aire en el Valle de Toluca ocasionó mayores síntomas de asma y de conjuntivitis en 238 y 509 personas, donde al menos 3 por ciento de las infecciones respiratorias agudas se pueden atribuir a la contaminación del aire.

En tanto, en el boletín mensual calidad del aire y salud en la zona metropolitana del Valle de Toluca del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades correspondiente al mes de enero de este año apunta que la exposición a partículas finas en el aire ambiente representa el quinto factor de riesgo de muertes prematuras en la población a nivel mundial. En México las estimaciones señalan que son cerca de 29 mil muertes y casi 558 mil años de vida ajustados por discapacidad atribuibles a la mala calidad del aire, en lo que respecta a las partículas PM10.

Las partículas PM2.5 exacerban los casos de asma, principalmente en niños. Existe evidencia científica que apoya una relación causal entre la exposición a estas partículas y el incremento en la prevalencia de cardiopatías isquémicas, enfermedades cerebrovasculares e incremento en infecciones de las vías respiratorias inferiores y enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.

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Durante el primer trimestre del año, la calidad del aire estuvo 85 días fuera de norma. Foto:

El ozono genera exacerbaciones respiratorias en población general y disminución en la función pulmonar, aunado a un mayor uso de medicamentos en niños asmáticos. El dióxido de azufre es responsable en buena medida de las lluvias ácidas y de la contaminación del aire que afecta a zonas urbanas e industriales.

Todo esto es muestra de la necesidad de más medidas para mejorar la calidad del aire, pero además controlar el aumento de la temperatura, reducir los deslaves y desgajamientos de cerros, así como la falta de agua en los mantos freáticos.

Candados para que la medida funcione

Es claro, señaló Israel Espíndola, que también se debe buscar la manera en que todos estos árboles o la gran mayoría sobrevivan y se cumpla el objetivo de repoblar la entidad de zonas verdes, por lo cual considera implementar programas de seguimiento para garantizar el cuidado del árbol, adoptando una guía digital personalizada de información específica sobre su especie, cuidados, recomendaciones y alertas periódicas para monitorear su crecimiento; una plataforma interactiva estatal donde cada familia pueda registrar a su árbol, subir fotografías del proceso y recibir un certificado simbólico que reconozca su compromiso con el medio ambiente.

También considera promover la vinculación escolar, integrando esta propuesta al plan de estudios básicos, mediante actividades formativas como “Mi árbol y yo” o “Mi árbol, mi legado” que permitirá establecer una relación emocional y responsable con la naturaleza.

Aunado a ello subraya que la iniciativa debe trascender del acto individual para convertirse en un movimiento colectivo, con eventos masivos de reforestación, organizando jornadas anuales en parques públicos y terrenos forestales, donde las familias planten sus árboles junto con autoridades y organismos no gubernamentales, y alianzas estratégicas para incluir a empresas privadas en esquemas de responsabilidad social, empresarial para financiar viveros municipales

Para incentivar esta actividad propone bonificar 10 por ciento en fondos federales a aquellos municipios que logren 85 por ciento de supervivencia de los árboles plantados y a quienes lleven jornadas comunitarias de reforestación con la participación de al menos 5 por ciento de su población.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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