La estudiante de posgrado Judith Esmeralda García Gallegos de la Maestría en Ciencias de la Sustentabilidad de los Recursos Naturales y Energía del CINVESTAV Unidad Saltillo, desarrolla un proyecto pionero en la región lagunera: cuantificar la capacidad del suelo árido del desierto chihuahuense para absorber dióxido de carbono y contribuir a la mitigación del cambio climático.
El estudio se centra en la Sierra y Cañón de Jimulco, un área natural protegida, reconocida por su biodiversidad y por presentar distintos ecosistemas, como matorral Xerófilo y bosques de galería. La zona también ha experimentado cambios en el uso de suelo, lo que la convierte en un sitio estratégico para evaluar el impacto de estas transformaciones en las emisiones y absorción de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con García Gallegos, aunque está comprobado que los suelos funcionan como reservorios naturales de carbono, aún existe poca investigación sobre este fenómeno en regiones áridas. "El suelo puede tanto absorber como emitir dióxido de carbono; su capacidad depende del manejo, del uso y de la salud del suelo. Por eso es fundamental medir cuánto carbono pueden retener los suelos del desierto chihuahuense".
El proyecto incluye muestreos de suelo realizados en distintas zonas del Cañón de Jimulco para analizar el carbono total y otras propiedades físicas y químicas. Además, contempla el uso del software Roth C, un modelo reconocido por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) para evaluar el comportamiento del carbono en suelos agrícolas y naturales dentro del sector AFOLU (Agricultura, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra).
Información clave para el manejo de tierras
El objetivo central del estudio es determinar si los suelos de Jimulco contribuyen a la mitigación del cambio climático o si, por el contrario, las prácticas actuales de uso de suelo aumentan la emisión de gases de efecto invernadero. Los resultados podrían orientar mejores prácticas agrícolas y de conservación, así como fortalecer políticas públicas ambientales en la región.
"Lo que se mide, se puede controlar. Obtener datos confiables permitirá tomar decisiones que favorezcan tanto a la comunidad como a la conservación de áreas naturales. También puede abrir la puerta a esquemas como bonos de carbono", dijo la investigadora.
El proyecto es encabezado por la doctora Dulce Flores Rentería, investigadora del CINVESTAV Saltillo y responsable del laboratorio de sustentabilidad del suelo. También participan estudiantes de maestría y doctorado expertos en manejo de tierras. La iniciativa cuenta con el apoyo de Fundación Jimulco, así como del Municipio de Torreón y la Dirección de Medio Ambiente, que facilitan permisos y acceso al área.
Debido a la escasez de estudios sobre secuestro de carbono en zonas áridas, los resultados de esta investigación representarán un aporte significativo tanto para la región lagunera como para el conocimiento científico global. La información generada podrá alimentar los inventarios nacionales de gases de efecto invernadero y contribuir a los reportes internacionales del IPCC.
Comprometida con la educación
Además de su formación académica, García Gallegos desde hace años colabora y mantiene un compromiso con la educación ambiental, ella forma parte del colectivo ambiental LAMA (Laguneros por el medio ambiente) en Torreón, promoviendo acciones para que la comunidad conozca, valore y proteja la Sierra y Cañón de Jimulco.