El stonewalling es un comportamiento por el cual varios hombres, especialmente heterosexuales, “levantan un muro” entre ellos y sus parejas: se guardan sus emociones, lidian con éstas desde el silencio y evitan sostener discusiones (tanto las tranquilas como las fuertes).
Según cifras del Instituto Gottman, en 85% de las relaciones heterosexuales los hombres son más propensos a desconectarse y aislarse, en lugar de afrontar los problemas. Y aunque en algunos casos pudieran ser decisiones bienintencionadas— como procurar enfocarse en lo positivo o evitar escalar a reacciones más viscerales—, esta postura puede afectar el bienestar de una relación de pareja.
Pero sin comunicación, las conexiones (familiares, de pareja, amistades, etcétera) se erosionan. Por ello, el Instituto rescató cinco puntos que los hombres pueden implementar para fortalecer la relación de pareja e, incluso, empezar a revertir los daños del stonewalling.
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1. No eres quien arregla ni rompe la relación
Es normal no saber qué hacer cuando la pareja se siente decepcionada. Según el doctor Gottman, tampoco es extraño experimentar una profunda vergüenza en estos casos.
Según el especialista, esto responde a dos factores: el deseo de arreglar las cosas y una tendencia a asumir la responsabilidad cuando se fracasa. Pero aunque socialmente se ha dictado que los hombres son “quienes deben resolver”, es normal no saber qué hacer e incluso sentirse perdido.
Por ello, es crucial la autocompasión y la comprensión de la pareja: “Nadie tiene toda la culpa y la solución debe ser un esfuerzo conjunto”.
2. ¿Discutieron fuerte? Tomen un descanso
Aunque Bergoglio, el Papa Francisco, alguna vez aconsejó no irse a dormir a la cama con una “guerra fría” entre la pareja, a veces las pausas pueden ser la solución más adecuada a esos momentos de tensión.
Es erróneo pensar en las discusiones como algo a evitar o el génesis de otra pelea más fuerte. Sin embargo, cuando las posturas defensivas y el rechazo a la negociación suplantan al diálogo y la comprensión , la comunicación se torna agotadora y sin sentido.
De ahí que el Instituto secunda lo que el popular refrán dice: “más vale prevenir que lamentar”. Es decir, cuando se sientan abrumados o en estado de alerta, optar por comunicar tu deseo de pausar la conversación, destacando tu interés por retomarla cuando ambos estén mucho más tranquilos.
“Una vez que te hayas calmado, asegúrate de ser tú quien inicie la conversación; de lo contrario, los problemas quedarán sin resolver y se agravarán”, destacó el Instituto en un artículo.
La tríada de una discusión sana, según psicóloga
- Comunicación amable y respetuosa, tanto verbal como corporal
- Hacerlo en un lugar y momento adecuado
- Hablar desde la perspectiva propia sin responsabilizar a la otra parte
El contacto visual es crucial durante las discusiones. Mucho mejor si hay consenso para tomarse las manos.
Si bien es un acto simple, mirarse a los ojos puede reducir considerablemente el miedo y la agresividad entre ambos. De hecho, si como hombre decidiste aplicar el stonewalling en medio de la discusión, dar a tu pareja una pequeña caricia, tomarse la mano o un abrazo de consolación puede ser fuertemente reconfortante para tu pareja enfadada y asustada.
4. Reparar
El número de discusiones no definen el éxito o el fracaso de un matrimonio: las discusiones “sanas” no están exentas de las fricciones y las “tóxicas” no implica estar 24/7 criticándose mutuamente.
De la misma manera, la efectividad de la reparación no radica sólo en la manera cómo se realiza. Y es en esa flexibilidad donde los hombres pueden explorar y “ser ellos mismos”, por supuesto, procurando demostrar interés genuino y entendimiento.
“Intenta disculparte primero, usar el humor o sugerir que retomen la conversación poniendo la mano en el hombro de tu pareja y bajando la voz”, recomienda el Instituto.
5. Buscar ayuda cuanto antes
Buscar terapia de pareja es señal de salud, no de disfunción. Lamentablemente, solo el 19% de las parejas busca ayuda, y de las que sí lo hacen, la terapia de pareja tiene una tasa de éxito del 85% . En otras palabras, la mayoría de las parejas que asisten a terapia de pareja basada en la evidencia recuperan una relación feliz y sana, con recursos y herramientas que les ayudarán a mantenerla durante muchos años. Encontrar un terapeuta formado en el método Gottman y especializado exclusivamente en terapia de pareja podría ser la mejor inversión que jamás hagas en tu relación.
El matrimonio heterosexual moderno exige tanto a hombres como a mujeres una colaboración que plantea nuevos y complejos desafíos. Sin embargo, estas exigencias también ofrecen la posibilidad de una conexión más rica y profunda que nunca. Ten presentes a tus hijos mientras aprendes a hacer algo tan valiente y desconocido, y recuerda que, incluso cuando parezca imposible, tienes el poder de generar un cambio duradero que allane el camino para tus hijos y las generaciones futuras.
ASG
