En redes sociales, cuando alguien en una pareja resulta infiel, la postura de la mayoría es clara: no perdonar y seguir adelante. Pero por muy sorprendente que parezca, existen casos donde la decisión desafía lo que se pregona digitalmente: perdonar e intentar recuperar lo perdido.
Y aunque pareciera decirse fácil, perdonar una infidelidad no sólo implica pedir disculpas o reconocer la equivocación, también es luchar contra los estigmas sociales, renovar las dinámicas de pareja e, incluso, dejar atrás la desconfianza que invadió ese vínculo.
“Al final, una infidelidad es un evento traumático porque prende alarmas que antes no estaban”, explicó Isis Vázquez, psicóloga de parejas, a MILENIO. “Si la pareja está dispuesta a perdonar, se puede iniciar el proceso”.
¿Qué pasa cuando perdonas una infidelidad?
Sí puede haber una relación sana después de la infidelidad, pero el camino para ello es desafiante y no se llega a él con un simple “perdón”, “me equivoqué”, “lo lamento” o “admito mi error”.
“El perdón lo único que implica es que se decide no culpar de manera activa a la persona que cometió la ruptura de límites. (...) Ese es sólo el primer paso porque tiene que haber un proceso de sanar”.
Asumir la responsabilidad de la infidelidad no sólo es el primer paso del proceso, también es una etapa crucial. Si la parte que cometió la falta no admite sus actos, no habrá manera de recuperar la relación.
"Es super necesario, no hay de otra, que la persona que cometió el daño asuma la responsabilidad. Eso de que 'yo no lo hice' o 'Ya no hay que hablar del tema' (hace) imposible que se pueda dar (esa recuperación)".
Para comprender la complejidad del proceso de sanación, Isis lo compara con la recuperación tras un accidente automovilístico: ambos casos son eventos traumáticos, es decir, dejan secuelas en las personas que lo sufren. En el caso del percance, un miedo a volver a subirse a un automóvil o circular en carretera; mientras en la infidelidad, el temor es que la otra parte vuelva a romper la confianza.
Dicho estado de precaución ocurre por el sistema “detección de amenazas”, con el cual el cerebro identifica y responde a estímulos que percibe como peligrosos. Y en el caso de las relaciones de pareja, este mecanismo mantiene a las personas en un estado de “hiperalerta” después de la infidelidad.
“Estamos diseñados para detectar amenazas. Nuestro cuerpo así está diseñado, entonces para reconstruirla requiere nuevamente mucho aprendizaje, ser pacientes, hablar mucho del tema. En general, transmitir transparencia a la relación”, señaló Isis en una entrevista anterior con MILENIO.
Por ello, perdonar una infidelidad va más allá de aceptar la disculpa de la otra persona. Implica cambiar la dinámica de pareja y volver a encontrar proyectos en común, así como restablecer los acuerdos y límites que marcan cuáles acciones sí atentan contra las reglas de lealtad y cuáles no.
“Al generar una nueva dinámica, más que la persona, el cuerpo tiene que aprender que esa señal, aunque aparezca, ya no implica peligro. Esto muchas veces para que ya no active las alarmas. (...)
“Al final se tiene que hacer como una hoja de cero: nuevas reglas y nuevos acuerdos"
Es decir, quizá una pareja que no consideraba como un acto de infidelidad el ser amigo o amiga de su ex, ahora ya lo haga. Esto mientras la parte afectada trabaja para, por ejemplo, dejar de sospechar de su novio cuando mira el teléfono tan pronto suena una notificación o cuando tarda en contestar sus mensajes.
— ¿Y las personas que cometen la infidelidad, también pasan por un proceso?, cuestionó MILENIO a la especialista
— Por lo general, ahí el tema es la culpa.
Los estigmas de la infidelidad
Usualmente, las primeras reacciones al escuchar que alguien perdonó a la persona que le fue infiel son de reproche con frases como “¿Por qué?”, “¿A poco crees que cambiará?”, “¡¿Cómo crees?!”, entre otras más.
Lamentablemente, ese es uno de los costos que una pareja debe atravesar en ese intento por recuperar la relación. “Es algo que debemos aceptar que va a suceder. Es algo que llamamos ‘aceptación radical’: sí o sí va a suceder”, puntualizó Isis.
Para enfrentarlo, la especialista en problemas recomendó “crear una propia narrativa”. Es decir, independientemente de lo que haya o suceda alrededor— con familia, conocidos o amigos—, la pareja debe creer su propia historia del por qué intentan recuperar su relación. Asimismo, sugirió restringir el tema a terceros.
“¿Qué tanto se deja que las personas alrededor opinen? Porque esto genera dinámicas no tan funcionales; se meten muchos”.
ASG