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Ventajas y desventajas de los bienes mancomunados: "Muchas amas de casa quedan desprotegidas en el divorcio"

Los bienes mancomunados deben regirse por la confianza de la pareja, así como el pleno conocimiento de los derechos y obligaciones que este régimen exige.

Planear un matrimonio no sólo implica preparar la boda, reservar la luna de miel o tener listo el departamento donde vivirán. También requiere estar conscientes de las responsabilidades que ambos adquirirán tras firmar el acta y dar el “sí, acepto” en el altar; entre ellas, la repartición de bienes y de deudas: ¿Casarse o no por bienes mancomunados?

Este régimen dicta que todo lo adquirido en el matrimonio pasará a ser propiedad de las dos partes y, por ende, ninguna podrá vender o enajenar ese patrimonio sin consentimiento mutuo. Una condición que la abogada, Guadalupe Madrigal, urgió a los jóvenes matrimonios tomar en cuenta antes de hacer la pregunta “¿Quieres casarte conmigo?”.

Ante ello, la abogada abundó en las ventajas, desventajas y consideraciones de este régimen que, pese a los estigmas y la desinformación, aún es una alternativa en la protección del patrimonio familiar: “Es importante informarse para que tengan una buena planeación y eviten problemas futuros”, dijo en entrevista con MILENIO.

La confianza: pilar de la sociedad conyugal

Aunque son varios los factores que inciden en que una sociedad conyugal— como también se le conoce— resulte benéfica o no, la “confianza plena” es fundamental.

La esencia de los bienes mancomunados es que, una vez firmada el acta de matrimonio, todo bien y toda deuda pertenecerá a ambas partes sin importar si uno trabaja y el otro no.

Por ello, explicó Madrigal, el matrimonio por bienes mancomunados puede ser la manera más equitativa y justa de distribuirlos cuando una de las partes se dedicó al cuidado del hogar y, si aplica, al de los hijos.

Sin embargo, esta ventaja se convierte en un arma de doble filo, cuando la pareja desconoce los derechos y obligaciones del régimen:

“Me sucede que, en algunos casos, cuando se pide esa disolución, el cónyuge que sí trabajó quiere apoderarse de todo y no dejar al otro que use la casa donde vivían o los vehículos se los quita. Y no entienden que los dos tienen derecho sobre los bienes y los dos los pueden usar hasta en tanto no se disuelva (el vínculo matrimonial).
Por eso es importante entender que en la sociedad conyugal todo es de todos y si lo quieres vender, ocupas el consentimiento”.
La confianza es crucial para un régimen de bienes mancomunados
La confianza es crucial para un régimen de bienes mancomunados | Freepik

Asimismo, casarse bajo este tipo de sociedad requiere mentalizarse de que, ante un posible divorcio, no sólo se distribuirán las joyas, propiedades o inversiones, también se hará con las deudas. Esto puede devenir en un problema mayor si no confían el uno en el otro.

“Esa sería una desventaja. A lo mejor uno de los cónyuges es mal administrado y tú sí trabajas, (entonces) el otro se endeuda, gasta de más y les embargan, les embargan el bien inmueble de los dos”.

Aunque de ser ese el caso— donde una de las partes gestione incorrectamente el patrimonio—, se puede apelar al cambio de régimen: pasar de bienes mancomunados a la separación de bienes.

¿Cómo cambiar de régimen?

No es regla que todos los bienes del matrimonio entren en la sociedad conyugal. De hecho, la pareja puede especificar en cuáles circunstancias si aplicará el régimen y cuáles no; esto, a través de las cláusulas matrimoniales.

Hay opción de regirse con una "modalidad mixta" a través de las cláusulas matrimoniales
Hay opción de regirse con una "modalidad mixta" a través de las cláusulas matrimoniales | Freepik

También conocidas como “capitulaciones matrimoniales”, estas son los acuerdos— hechos ante notario público— que definen el régimen económico de la unión. Es decir, qué sucederá con los bienes inmuebles, muebles, utilidades y administración de los mismos; cuáles sí entrarán en dicha sociedad; cuáles estarán bajo separación de bienes; si respetarán el porcentaje de 50-50 o tendrán otro; cómo será la separación en caso de divorcio, etcétera.

Esencialmente, se recomienda realizar las cláusulas antes o después de contraer matrimonio, ya que es un requisito indispensable para promover el divorcio. En caso de no hacerlo, el proceso se regirá bajo los lineamientos que establece el código de una sociedad: partes iguales, con excepción de herencias o donaciones en vida.

“Por ley, se excluye todo lo que venga siendo de los testamentos o donaciones que puedan tener”.

Algunas de las especificaciones que la abogada recomienda incluir giran en torno a activos o pasivos adquiridos antes de las nupcias. Por ejemplo:

  • Bienes que quedarán a tu nombre al liquidar, por ejemplo, un crédito hipotecario.
  • Si tenías una cuenta de inversión, excluir los intereses generados
  • Excluir, de igual modo, un bien inmueble que se pudiera rentar en un futuro

Copropiedad: una alternativa más segura

Dentro del régimen de bienes separados— donde cada cónyuge es dueño y administra su propio patrimonio—, existe la figura de “bienes en copropiedad”, donde cada cónyuge tiene posee una parte de esa propiedad y puede disponer de ella con independencia.

“La diferencia es que un bien mancomunado pertenece por partes iguales a las dos personas y no pueden venderlo ni enajenarlo si no es por consentimiento de ambos. Y una copropiedad es aquella en la que cada quien tiene su parte específica y puede hacer lo que se le antoje sin consentimiento de los demás copropietarios”, explicó Madrigal.

La abogada destacó que esta modalidad sirve especialmente como un blindaje para las mujeres que se dedican al hogar, “pues desafortunadamente muchas quedan totalmente desprotegidas en momentos de divorcio”.

La figura de copropiedad puede blindar a las mujeres que trabajan en el hogar
La figura de copropiedad puede blindar a las mujeres que trabajan en el hogar | Cuartoscuro

Aunque se haya escogido el régimen por separación de bienes— y toda vez que no se recurrió a la copropiedad— en caso de una separación la mujer que se dedicó al cuidado del hogar, e incluso de los hijos, puede pedir una indemnización de hasta el 50%.

“Con independencia de que estén bajo separación de bienes, el cuidado de los hijos y del hogar tiene un valor y ese valor se va a cuantificar en el momento de divorciarse. Sí o sí, el otro cónyuge tiene derecho a un porcentaje de los bienes que haya adquirido el otro y que equivale exactamente a la misma cantidad”.

Sin embargo, narró Madrigal, existen casos donde hombres proveedores han buscado el estado de insolvencia (o sea, estar imposibilitados de cumplir sus obligaciones) para no indemnizar a su pareja: “Eso es fraude procedimental”.

“Venden los bienes cuando saben que se van a divorciar, lo ponen a nombre de alguien más o hacen donaciones en vida para que el cónyuge ya no pueda pedir nada”.

ASG

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Alejandra Sigala
  • Alejandra Sigala
  • Egresada de la UNAM. Te explico las tendencias en redes sociales y los temas que despiertan tu curiosidad en el día a día. Escucho, amo y a veces escribo sobre K-Pop. Me encanta bailar y los gatos.
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