Ciencia y Salud

Hidratación inteligente: el papel de los sueros orales frente al golpe de calor

Más allá del uso médico de estas bebidas, ayudan a restablecer el equilibrio hídrico del cuerpo en situaciones de alta temperatura o esfuerzo físico

Con el aumento de las temperaturas y las olas de calor que se extienden cada año a más regiones del país, la deshidratación se ha convertido en un riesgo constante para quienes realizan actividades físicas o laborales al aire libre.

En este escenario, los sueros orales con electrolitos, comúnmente asociados con enfermedades gastrointestinales, cobran relevancia como aliados preventivos ante la pérdida de líquidos y sales minerales que pueden derivar en un golpe de calor.

Una amenaza creciente en México

Durante la temporada de calor 2025, la Dirección General de Epidemiología registró 1,747 casos de golpe de calor, quemaduras o deshidratación extrema, con 82 defunciones en distintos estados del país. De ellos, 900 correspondieron a golpes de calor y 803 a cuadros de deshidratación. Cifras como estas reflejan la vulnerabilidad de la población ante temperaturas cada vez más extremas, particularmente en zonas con alta exposición solar y escasa infraestructura de sombra o refrigeración.

El fenómeno no es nuevo: en 2024, durante la temporada de calor se reportaron más de 3,986 casos y 329 muertes relacionadas con las altas temperaturas. Los especialistas advierten que el cambio climático y la urbanización acelerada incrementan los casos de agotamiento térmico, especialmente entre trabajadores de la construcción, agricultores, deportistas y adultos mayores.

Qué pasa cuando el cuerpo se deshidrata

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más agua y electrolitos de los que puede reponer. Este desequilibrio afecta funciones esenciales: disminuye el volumen sanguíneo, altera la presión arterial y compromete el transporte de oxígeno hacia los tejidos. En fases moderadas puede causar fatiga, calambres o mareos; en casos graves, el cuerpo pierde su capacidad de regular la temperatura y puede desencadenarse un golpe de calor, una emergencia médica que pone en riesgo la vida.

El agotamiento por calor se manifiesta con sudoración excesiva, debilidad, náuseas y confusión. Si no se corrige, según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, evoluciona hacia un golpe de calor, donde la temperatura corporal rebasa los 40 °C, la piel se vuelve caliente y seca, y puede presentarse pérdida de conciencia o convulsiones. Sin una intervención inmediata, puede haber daño cerebral, fallo renal, cardiaco y hasta provocar la muerte.

Con el aumento de las olas de calor en México, los sueros orales con electrolitos se posicionan como una herramienta eficaz para prevenir la deshidratación.
Especialistas recomiendan hidratarse antes de sentir sed y combinar agua natural con sueros orales en ambientes calurosos. (Pixabay)


El papel de los electrolitos

Los sueros orales no son simples bebidas refrescantes: contienen sodio, potasio, cloro, magnesio y glucosa en proporciones diseñadas para restablecer el equilibrio hídrico y mineral del organismo. Estos componentes ayudan a mantener la comunicación entre nervios y músculos, regulan la presión osmótica y facilitan la absorción intestinal del agua.

En condiciones de sudoración intensa, el consumo de agua sola puede no ser suficiente. Si el cuerpo pierde sodio y solo se repone líquido, puede generarse una hiponatremia (bajo nivel de sodio en sangre), que causa debilidad, confusión y, en casos severos, edema cerebral. De ahí la importancia de los electrolitos como herramienta de prevención.

Sueros orales no son bebidas energéticas

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha advertido que los sueros orales y las llamadas bebidas hidratantes o para deportistas no son equivalentes. Los sueros orales están formulados para uso terapéutico o preventivo bajo condiciones específicas, mientras que las bebidas deportivas suelen tener altos contenidos de azúcar, saborizantes o colorantes que las hacen menos efectivas para recuperar electrolitos perdidos.

La Profeco evaluó decenas de marcas y concluyó que solo los sueros orales certificados garantizan una reposición adecuada de sales y líquidos. También advirtió que su consumo no debe sustituir al agua ni utilizarse de manera cotidiana sin necesidad médica, debido a su contenido de sodio.

Prevención y uso responsable

El uso de sueros orales puede ser preventivo en jornadas laborales o deportivas prolongadas bajo el sol, siempre que se utilicen en pequeñas dosis y combinados con agua natural. Una estrategia adecuada consiste en beber 200 a 300 mililitros cada hora, especialmente en ambientes calurosos, para evitar el desequilibrio progresivo de líquidos.

Sin embargo, su consumo excesivo puede generar retención de líquidos o hipernatremia, sobre todo en personas con hipertensión o enfermedad renal. Los expertos recomiendan utilizarlos solo cuando hay riesgo real de deshidratación, o cuando se presentan diarreas, vómitos, fiebre o exposición térmica extrema.

Cómo mantenerse bien hidratado

El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) recomienda ingerir al menos 2.5 litros de líquidos al día, incluyendo agua, caldos y frutas con alto contenido de agua como sandía, melón o pepino. No hay que esperar a tener sed para beber: la sed es un signo tardío de deshidratación.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sugiere realizar pausas de 10 minutos cada dos horas en lugares frescos, beber agua cada 30 minutos, usar ropa ligera y colores claros, y evitar actividades físicas entre el medio día y las 4 de la tarde, cuando la radiación solar alcanza su punto más alto.

También es útil observar el color de la orina: si es oscura o escasa, el cuerpo necesita más agua. Y conviene reducir el consumo de café, refrescos, alcohol o bebidas energéticas, ya que tienen efectos diuréticos que favorecen la pérdida de líquidos.

Una herramienta accesible y eficaz

La exposición prolongada al calor no solo afecta el rendimiento físico, sino que puede comprometer funciones vitales. En ese contexto, los sueros orales con electrolitos representan una herramienta accesible, económica y efectiva para prevenir o tratar los primeros signos de deshidratación.

Aunque suelen considerarse un recurso médico, su uso informado permite prevenir complicaciones en trabajadores, deportistas o personas vulnerables. La clave está en no abusar y en integrarlos dentro de una estrategia más amplia de autocuidado: descanso, sombra, ropa adecuada y vigilancia de los signos de alarma.

Hidratación con conciencia

Frente a olas de calor cada vez más intensas y frecuentes, el agua sigue siendo la mejor aliada. Pero en circunstancias de pérdida intensa de líquidos —ya sea por calor, ejercicio o enfermedad— los sueros orales con electrolitos pueden marcar la diferencia entre un día agotador y una emergencia médica.

Para la Profeco, la prevención más eficaz comienza con una elección informada. Beber con conciencia, antes de tener sed, y entender cómo funciona el cuerpo bajo el calor, puede ser tan importante como cualquier otra medida de protección. En tiempos donde el clima no da tregua, hidratarse con inteligencia es también una forma de cuidar la vida.

GCM

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