Política
  • Mexicanos se convierten en ‘superhéroes’ ante emergencia por pipa de gas en Iztapalapa

La volcadura de una pipa de gas LP provocó un incendio en el que decenas de personas resultaron heridas en Iztapalapa. | Javier Ríos

Después de la explosión que causó la pipa de gas en el Puente de la Concordia, decenas de personas salieron a ayudar en traslados, con comida y apoyo emocional.

Vecinos, comerciantes y ciudadanos que pasaban por el Puente de la Concordia la tarde del 10 de septiembre se convirtieron solidariamente en los primeros rescatistas y bomberos en atender la emergencia provocada por el incendio de una pipa de gas de la transportadora Silza.

La ayuda y solidaridad se volvieron a hacer presentes afuera de hospitales, donde la gente llevó comida y café a los familiares de las personas lesionadas.

Alrededor de las 14:20 horas la zona, en calzada Ignacio Zaragoza, alcaldía Iztapalapa, se convirtió en un verdadero infierno para quienes residen, circulaban, caminaban o se encontraban cerca del vehículo con capacidad superior a los 49 mil litros se incendió, causando llamas de hasta 30 metros y una gran ola expansiva que consumía todo a su paso.

Hasta antes del mediodía del 11 de septiembre, el saldo oficial era de cuatro personas fallecidas y 90 lesionadas, sin embargo, momentos más tarde fueron reportados dos más que no lograron sobrevivir.

VÍCTIMAS MORTALES

¿Quiénes son hasta el momento?

  • 1 Juan Carlos Sánchez Blas
  • 2 Misael Cano Rodríguez
  • 3 Eduardo Noé García Morales
  • 4 Irving Uriel Carrillo Reyes
  • 5 Carlos Iván Contreras Salinas
  • 6 Óscar Rubén Uriel Cortez Cisneros
  • 7 Juan Antonio Hernández Betancourt
  • 8 Nombre de la octava víctima por confirmarse

Los daños materiales, pero sobre todo humanos, no tardaron en aparecer, pues prácticamente al instante —y a pesar la densa nube de humo blanco— podía apreciarse a gente corriendo en medio del pánico, con ropa y piel quemadas colgando de su cuerpo, mientras otros salían huyendo de sus vehículos para evitar morir quemados dentro.

Al percatarse del humo y estando conscientes de que la ayuda tardaría en llegar, apareció la solidaridad, que en momentos de desgracia olvidan diferencias, rencillas y enojos para convertirse en los héroes de mexicanos en desgracia.

Unidos por un mismo propósito, vecinos, transeúntes, comerciantes y todos aquellos a quienes no alcanzaron las llamas, se convirtieron en bomberos improvisados para intentar sofocar las llamas con cubetas de agua.

Circula incluso la imagen de una pipa roja con dos hombres sobre el autotanque, listos para apoyar a aminorar las llamas a la espera del servicio oficial.

Personas ayudan apagar el fuego con cubetas de agua.| Especial
Personas ayudan apagar el fuego con cubetas de agua.| Especial

En sus relatos, algunos que circulan en redes sociales, vecinos comentaron que incluso intentaron apagar el fuego lanzando botes llenos con tierra, en tanto arribaba el cuerpo de bomberos para atender la emergencia.

De la misma manera, fue la participación ciudadana la que se convirtió en primeros rescatistas, pues, al percatarse de la desgracia, vecinos salieron de sus hogares y centros de trabajo para apresurarse a lanzar cubetas con agua e intentar apagar el fuego que “abrazaba” el cuerpo de las personas.

Mientras otros se daban a la tarea de armar camillas improvisadas con sábanas y cobijas para trasladarlas a los nosocomios cercanos en busca de que fueran atendidos a la brevedad posible.

Bomberos trabajan para atender la explosión de pipa de gas en Puente de la Concordia, Iztapalapa, CdMx
El accidente ocurrió pasadas las dos de la tarde en Iztapalapa | Javier Ríos

Sin pensarlo, personas residentes de la colonia Lomas de Zaragoza ofrecieron sus vehículos particulares a personas con quemaduras que aún podían moverse por su propio pie, para llevarlos a recibir ayuda médica.

Pasados los primeros minutos del siniestro, comenzó una movilización masiva de cuerpos de emergencia que tomaron la estafeta de la ayuda ciudadana, sin embargo, los mexicanos no cedieron y buscaron otras formas de seguir apoyando.

Aparecieron entonces las primeras ayudas con insumos, mujeres y hombres, adultos y jóvenes salieron a ofrecer botellas de agua gratuita para quien lo requiriera, sin distinción de heridos, elementos de bomberos o Seguridad Pública.

El corazón noble de algunos los llevó a pintar letreros ofreciendo su ayuda para trasladar de forma gratuita a quien buscara a algún familiar. “¿Buscas a un familiar? Te llevo de hospital a hospital sin costo”, se lee en pancartas circulando por redes sociales.

Repartidor ofrece transporte gratis.
Repartidor ofrece transporte gratis | Especial

Para este momento, el drama causado por la emergencia estaba realmente muy lejos de llegar. Una larga y triste madrugada esperaba a familiares de las víctimas a las afueras de los hospitales a donde fueron trasladadas.

Sin embargo, no estarían solos, ya que para mitigar esa tristeza, soledad y el frío de las horas la fraternidad de otros ciudadanos se haría presente para acompañarlos, no sólo de presencia, sino para atenuar su hambre, su sed y cada momento de debilidad caracterizado por algún malestar a causa de su estado ánimo o de salud.

Apoyo en hospitales

Cargando víveres en las manos, en bolsitas, en charolas, dentro de las cajuelas de los autos y hasta en carritos de supermercado, muchas almas benefactoras, algunas conformadas por familias completas, ofrecieron de manera gratuita pan, café y té para “amortiguar” el frío.

Y es que muchas personas llegaron sin haber comido siquiera, pues la mayoría de los afectados es gente de escasos recursos, cuya prioridad era conocer el estado de salud de su familiar, por lo que en su mayoría arribaron sin víveres ni cobijas, e incluso en transporte público.

También hubo héroes y heroínas que pensaron en ellos y, a las afueras de los centros médicos, se plantaron con sándwiches, tortas, agua y algunos otros víveres para obsequiar y contribuir con ello a sobrellevar una madrugada fría y no solo por el clima, sino por el dolor y la incertidumbre.

También se hicieron presentes las y los mexicanos solidarios que ofrecieron atención médica gratuita, por si alguien requería tomar su presión y hasta servicio de auriculoterapia (medicina alternativa), para ayudar a reducir la ansiedad y el dolor que causan este tipo de esperas, pues, al estar sus seres queridos ingresados en terapia intensiva, se les impide el acceso.

No menos admirable resultó la entrega ciudadana de artículos de emergencia como vendas, gasas, cinta adhesiva y otros insumos médicos en las Salas de Urgencia, con la esperanza de que fueran útiles para atender a los afectados.

Sentir el dolor del otro

Felipe Hernández fue uno de los héroes que, animado por sus hijos o el recuerdo de alguno de ellos, llegó a la Clínica Emiliano Zapata a ofrecer alimentos.

“Son accidentes, cosas que pasan y nos toca ayudar a la gente. Darles un cafecito, un pancito a los damnificados, a los que están ahorita en el hospital y aquí estamos apoyando”.
“En la madrugada venimos y ahorita (por la mañana) vinimos también, trajimos tortas, tamalitos, cafecito”, dijo a Telediario con la voz entrecortada.

Y también aparecieron héroes del alma

Llegada la mañana de este jueves, en la zona cero fue visible la colocación de algunas veladoras.

Los mexicanos no solo se solidarizan en lo físico y lo material, también surgen esas personas cuyo sentido humanitario se ocupa de la parte emocional, de las pérdidas humanas que dejan estas tragedias y encendieron veladoras por aquellas que en el transcurso de las horas “dejaron” su cuerpo.

Pipa
Esta es la lista de heridos tras la explosión de pipa en Iztapalapa, se buscan a sus familiares (Jorge Carballo).

El México solidario

Acciones como las anteriores se suman a las muestras de solidaridad que sacan el corazón de los mexicanos en desastres naturales, como el terremoto de 1985, cuando centenares salieron a rescatar víctimas de entre los escombros, distribuyeron alimentos y agua, al igual que en el ocurrido en 2017.

Asimismo, frente a catástrofes dejadas por el paso de huracanes, como Gilberto en 1988, en la península de Yucatán; Paulina, en 1997, afectando a Guerrero (Acapulco) y Oaxaca.

O el caso de Wilma en 2005, también en la península de Yucatán (Playa del Carmen y Cozumel) y Otis en 2023, que dejó un Acapulco devastado.


EHR

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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