Una suma de dos millones de pesos ofreció el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para aquel que "se aviente el tiro” de asesinar a Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, por lo que se inició con la búsqueda de los perfiles idóneos para la encomienda.
CJNG buscó jóvenes para cometer el crimen
Ramiro 'N', una de las dos personas encontradas muertas el 10 de noviembre sobre la carretera Uruapan-Paracho, fue presuntamente el encargado de reclutar a las personas que debían de cumplir con dos requisitos: ser jóvenes y con adicciones a las drogas.
El Jaguar, como también se le conocía, contactó a Víctor Manuel y Josué, de 17 y 16 años. Ambos fueron adiestrados en el uso de armas en el poblado de Tiamba, zona de operaciones del CJNG.
La madre de Josué, que también declaró, confesó que su hijo tenía una adicción a las drogas, por lo que lo internó en el Centro de Rehabilitación "Renaciendo Uruapan", que fundó hace siete años Fernando Vieira. Era violento y reincidente, según dijo el responsable del anexo. Fue en este lugar donde se cruzó en el camino de Víctor Manuel, un año mayor que él, y que había abandonado sus estudios de bachillerato.
Por su parte, Ramiro, de 35 años, trabajaba en una fábrica de perfumes donde conoció a Paulina, su esposa, hace seis años. Un recorte de personal lo dejó sin empleo y buscar el sustento para su familia lo llevó con El Combo y/o El King Kong, quien lo enlistó en las filas del cártel jalisciense. Un primer pago de cuatro mil pesos le permitió mudarse a Uruapan.
"Voy a trabajar para las cuatro letras", según le dijo a su esposa, quien no preguntó más. Ella, recién aliviada de dar a luz, se quedó en la Ciudad de México una temporada. Fue el 31 de octubre, un día antes del ataque, que alcanzó a su pareja tras otro depósito por la misma cantidad.
Así se despidió Ramiro 'N' de su familia
De acuerdo con la declaración que rindió ante la Fiscalía General del Estado, por la noche del 1 de noviembre escuchó a su esposo decir por el teléfono: "El trabajo ya está hecho". Días después, por órdenes de El Licenciado, Ramiro no salía de su casa y cambió su apariencia —se rasuró la barba y el bigote—, se notaba nervioso, preocupado y optaron por mudarse de casa.
El 6 de noviembre recibió una última llamada de Jorge Armando. Le dijo que se tenía que ir a un rancho ubicado en La Basilia, en Uruapan. Temeroso, accede y se va. Antes de tomar un taxi que le envió el presunto operador del Cártel Jalisco, le dijo a su esposa: “No quiero ir, pero tengo que cumplir con la orden”. Sería la última vez que lo vería con vida.
Ramiro fue hallado muerto cuatro días después junto con Josué. Su esposa se enteró por redes sociales del hallazgo de dos cuerpos en Capacuaro, pero fue en Morelia donde reconoció el cuerpo. Lo hizo, expuso el agente del Ministerio Público, luego de leer una carta póstuma que le dejó en una maleta días antes. Ahí, le confesó su relación con El Licenciado, se disculpó con ella, le encomendó a sus hijos y le pidió que declarara en la capital, porque en Uruapan “tiene a la fiscalía comprada” su antiguo patrón.
"(...) seguramente cuando leas esto, yo estaré muerto, porque nos van a querer silenciar. Cualquier cosa que me pase, estaba trabajando para El Licenciado. Espero que me perdones, y puedas decir la verdad, pero no lo hagas en Uruapan porque El Licenciado tiene comprada a toda la fiscalía...", reza parte de la carta leída en la audiencia.
'El Licenciado' intentó evitar su detención son soborno de diez mil dólares
El contenido de esta fue crucial para incriminar a Jorge Armando, señalado como presunto operador de El Mencho en Michoacán y Guanajuato. Su localización se dio días después por una denuncia anónima al C4.
Por la tarde del 18 de noviembre, agentes de la Policía de Investigación de la FGE interceptaron al presunto criminal cuando caminaba por las calles de Morelia, tras un seguimiento de cámaras de seguridad. En un primer momento, se negó a identificarse, pero después, ante la insistencia, contestó siguiente:
"Ya sé para dónde va todo esto, para qué tanto pe... yo soy El Licenciado, déjense de mam... tengo mil varos. Si quieren más, llévenme a la casa y les doy más".
Según el MP, el último ofrecimiento a los policías fue de diez mil dólares, pero fue rechazado. Fue detenido a las 16:10 horas por cohecho, portación de armas y delitos contra la salud, luego de que al realizarse una revisión se le halló un arma de fuego, mil 220 pesos, narcóticos y hasta un ticket del Zoológico de Morelia.
Las órdenes de aprehensión por los cargos de homicidio calificado y lesiones dolosas se cumplimentaron una vez estando en la FGE. En tanto, tras una orden de cateo, en la vivienda que rentaba sobre la calle Plaza de la Revolución 119 se encontraron equipos telefónicos, de cómputo y una tarjeta de almacenamiento.
"Listos para partirle su mad... como quiere el patrón": la orden el día de la agresión
Los mensajes descifrados por un equipo especializado revelaron que el atentado contra Carlos Manzo se orquestó con un infiltrado, que aquel día les dio santo y seña de su rutina. El primer aviso fue a las siete de la tarde, cuando les notificó que la víctima ya había salido de su domicilio.
“Ya estamos listos para partirle su mad... como quiere el patrón”, dijo un participante de un chat localizado. “No importa que traiga niño, así hay que darle piso”, les ordenó presuntamente El Licenciado. Y así fue...
Víctor Manuel le disparó en seis ocasiones a Carlos, quien cayó cerca de una jardinera. Con la misma arma que lo mató, también fue ultimado, siendo a manos de Demetrio, un oficial que formaba parte de la escolta del alcalde, según revelaron las pruebas de balística. Murió por una herida de bala a la altura de la nuca que no pudo ser atendida por impedimento de los propios custodios, relató un paramédico.
A la presunta ejecución extrajudicial, los siete policías detenidos en la Casa de la Cultura un día antes de la audiencia, entre ellos, el primer director de Seguridad Pública de Uruapan, enfrentan cargos por homicidio doloso en comisión por omisión, dado que no fueron garantes de salvaguardar la integridad del político independiente quien ya contaba con amenazas.
En la declaración de Alejandro 'F', quien presumió ser uno de los escoltas más cercanos de Carlos, recordó que este le confesó tener amenazas tras la detención de El Rhino, presunto jefe de plaza del CJNG, mismas que estuvieron a punto de concretarse a finales de septiembre. También, le dijo que había notado gente extraña a bordo de motocicletas merodeando por las casas de algunos familiares.
Las alertas de riesgo también fueron expuestas por Francisco Javier Nieto Osorio, actual director de la corporación de seguridad local, en una carta dirigida a personal militar para solicitar su apoyo en el operativo por Noche de Muertos. Aunque posteriormente, en su entrevista con las autoridades negó tener conocimiento de amenazas contra su jefe, en su escrito sí reconoció que podría haber “actos de sabotaje” y “agresiones” a las autoridades.
Dicho presagio se cumplió la noche del sábado 1 de noviembre, luego de que su círculo de seguridad se rompió. El oficial más cercano estaba a dos metros de distancia y, tras el atentado, fue la escolta de nombre Montserrat 'G' quien cubrió su cuerpo sangrado, pero que no sirvió de mucho.
Será el próximo 26 de noviembre, cuando el juez de control Luis Fernando Díaz Parra defina la situación jurídica de los procesados, los cuales pasan sus días y noches recluidos en Mil Cumbres o en El Altiplano, como es el caso de El Licenciado.
ROA
