El Consejo Internacional de Museos plantea que “El museo es una institución permanente, sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público que adquiere, conserva, estudia, expone y transmite el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y de su medio ambiente con fines de educación y deleite”. El Museo Regional de la Laguna (Murel) fue inaugurado el 22 de noviembre de 1976 y desde entonces es miembro del Instituto Nacional de Antropología e Historia; fue construido para resguardar, investigar y exhibir los objetos arqueológicos encontrados en la Cueva de la Candelaria.
Esta cueva está considerada como un sitio relevante de la arqueología del país, en ella se han descubierto restos animales y humanos de hace casi dos mil años. También se encontraron redes, bolsas, sandalias y textiles, algunos de ellos elaborados con materiales diferentes a los registrados en el resto del territorio nacional. Los vestigios que provienen de este lugar mortuorio nos muestran la cosmovisión que tenían sus antiguos pobladores a través de la forma en que celebraban los ritos funerarios. Los museos regionales se ubican, en general, en la capital de cada estado, por lo que el Murel es un caso de excepción. Está dedicado principalmente a la arqueología regional y el patrimonio con el que cuenta está considerado como único en Aridoamérica, de ahí su gran importancia como parte del patrimonio histórico y cultural de la nación.
En síntesis, es necesario que el Murel mantenga su presencia en La Laguna, que continué con la función de favorecer el intercambio cultural, la conservación de la memoria histórica y la formación o reformulación de la identidad, a fin de propiciar que las nuevas generaciones, después de vivir la experiencia del museo, sientan orgullo por sus raíces, conozcan más su historia y sepan apreciar el valor arqueológico que tiene su patrimonio.
