Este viernes se estrena en México por fin El callejón de las almas perdidas, de Guillermo del Toro; esta adaptación a la pantalla de una gran y compleja novela ha pasado por muchas aventuras para llegar a ocupar el lugar, que no tengo duda, la dejará inscrita en la historia del cine por muchos motivos. El siguiente es uno de mis favoritos:
La semana pasada, antes de tener las entrevistas con el director y escritor tuvimos la oportunidad de tenerlo en una sesión de preguntas después de ver la cinta. Como la producción es, sin la menor duda, un extraordinario ejemplo del cine negro, y aclimatado en tiempos en los que las tonalidades de grises dicen mucho más que una gama de diversos tonos, le preguntamos si le gustaría que su cinta se viera también en blanco y negro. Enseguida le brillaron los ojos y dijo que ya lo estaba planeando para un reestreno en varios cines en EU, y como ocurrencia del momento (o al menos así pareció), aseguró que lo mismo pasaría con las Cinetecas de CdMx y Guadalajara. Bien, pues esto ya es un hecho y ocurrirá en unas semanas; mientras tanto, algo más está pasando.
En diciembre, cuando se estrenó –contra Spiderman– en EU la cosa estaba muy difícil. Y claramente el público de esta cinta no es el adolescente. Los números no le hacían justicia a la producción, pero ahora los cines se están peleando la versión en blanco y negro en ese país. El Hollywood Reporter confirmó un reestreno allá en al menos mil salas de cine. Señores, eso nunca había pasado, así que les sugiero que sigamos muy de cerca la historia de amor al cine, detrás de una película brutal que no hay que perdernos por nada.
Susana Moscatel
Twitter: @susana.moscatel