Política

¿Elementos o integrantes?

  • Seguridad ciudadana
  • ¿Elementos o integrantes?
  • Sophia Huett

El concepto “elemento”, se define como el componente de una agrupación humana, o bien, como un individuo valorado positiva o negativamente para una acción conjunta. Es un elemento sin personalidad propia, parte de un todo y es sustituible. No es casual que así se le llame a policías y militares. Son elementos policiales, militares, de instituciones de seguridad.

¿Podría tratarse de una despersonalización sistemática para no reconocer su condición humana? Tal vez. La despersonalización hace más fácil la crítica, el desprecio, el señalamiento y la indiferencia.

También hace más fácil que en la defensa de los derechos humanos se despoje a los elementos de los propios, y por supuesto, se les haga personas “de segunda” incluso en nuestra propia Constitución, además de criminalizarles hasta que demuestren lo contrario.

A ese elemento, que también puede ser “elementa”, se le exige un actuar por encima de cualquier otra profesión, sin darles las herramientas muchas veces para ello. Y cuando no ocurre ese actuar perfecto, el juicio es duro: tooooda la Policía es corrupta, ineficiente, inútil, que por ende, debe ser desaparecida o sustituida por otros, porque “estos ya no sirven”.

Es la historia de las y los INTEGRANTES de instituciones policiales en México.

Una pequeña diferencia en la conceptualización de cómo se les nombra y visualiza podría hacer mucha diferencia entre un policía despreciado y uno reconocido en un círculo virtuoso de confianza.

Dedicamos tiempo y recursos para su capacitación: marco legal, cadena de custodia, prevención, uso de la fuerza, patrullaje y una serie de asignaturas que nunca podrían caber en este escrito. Porque capacitamos elementos. Y es necesario. Pero irónicamente, poco o nada se habla de capacitación que permita a las y los policías tomar consciencia de sus propias condiciones de vida y visualizarse como factores de transformación social.

Se envía a un elemento para atender un reporte de violencia familiar, pero al integrante no se le brindan herramientas para tener una mejor convivencia familiar en su propia casa, en donde por un mal manejo de estrés o frustración, es posible que el propio policía sea quien violente.

Son los elementos quienes conviven con la faceta más complicada de la ciudadanía, ante agresiones e incluso homicidios. Y no les damos herramientas para que como personas digieran las emociones vividas en el servicio. Peor aún, cuando se hace evidente la necesidad de destinar espacios y tiempos para el fortalecimiento personal de quienes tienen la obligación de hacer cumplir la ley, se considera que es tiempo perdido para “la operatividad”.

Y los resultados están a la vista: violencia y desintegración familiar, suicidios, corrupción, alcoholismo, depresión y afectaciones al servicio, como un uso excesivo de la fuerza.

Cuando de verdad se conoce a la Policía, se le defiende, apoya y ama. Se comprende que más allá de agrupar “elementos”, se construye y funciona con INTEGRANTES, a quienes hay que reconocer su condición humana como primer paso.

Sophia Huett

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.