La elección judicial de este año en nuestro país está en proceso: estamos a 2 meses del día en el cual el pueblo elegirá a 881 cargos, entre ellos ministros de la Suprema Corte de la Justicia de la Nación (SCJN), magistrados de la Sala Superior y Regional del Tribunal Electoral, así como juzgados de distrito y magistrados de circuito. Así, los electores disponen de casi 60 días en esta etapa de reflexión. Asimismo, no se puede acudir a la propaganda o a campañas populares para acercarse a la gente y hacerla ver su trayectoria, su conocimiento y sus intenciones para formar parte de esta elección o el cómo tuvieron la suerte al girar la tómbola de sacar su nombre y su número. Aunado a que ya arrancaron su campaña, la mayoría o más bien todos no son conocidos por el sector ciudadano que representa la mayor cantidad de votos. Además, su tope de gastos es muy bajo, lo que no permite que su imagen sea conocida en sus distritos. A esto se suma el hecho de que la reforma del Poder Judicial aún está en la mesa del debate. También debe mencionarse el rechazo que ha recibido a nivel internacional el elegir así a los integrantes del poder antes mencionado, aunque México ha firmado desde hace más de 40 años acuerdos internacionales en la materia.
Esta elección será grande y compleja, tanto así que tanto el partido oficial como los opositores tendrán la difícil tarea de hacer llegar a la gente a este tipo de elecciones y el beneficio que puede obtener la sociedad. En el peor de los casos, si no se conocen las reglas, esto daría paso a no saber denunciar alguna regularidad ni los mismos candidatos menos la ciudadanía qué hacer en casos de abusos de parte de quienes participen en esta elección. Lo mejor para tener éxito es preparar a la ciudadanía con tiempo para atender y comprender para que la ciudadanía sea partícipe activa en este cambio importante para el sistema judicial en México.