Como es de conocimiento general, el presidente municipal, Héctor López Santillana, convocó a una rueda de prensa para exponer las supuestas irregularidades que le dejó la administración anterior. Allí enlistó, sin aportar una sola prueba, ni detalles, una serie de datos aislados que están muy, pero muy lejos de constituir irregularidades.
El presidente municipal se quejó de que falta dinero para gasolina de las patrullas. Lo que no dijo, es que falta dinero porque hay más patrullas que antes. La administración anterior compró patrullas, cuatrimotos y motocicletas que serán en beneficio de la ciudadanía leonesa. Tan sólo en este año 2015, la anterior administración adquirió 10 cuatrimotos, 20 motocicletas, 15 patrullas Charger Pick Up y un camión táctico, todo por un monto de 26 millones 615 mil 706 pesos. A eso hay que sumar por lo menos 37 pick ups, 12 motocicletas y una camioneta Van compradas en 2014 y 40 pick ups del 2013. A la nueva administración le toca el gasto corriente para que funcionen. Ayer, en un evento en Plaza Principal hicimos entrega de las unidades compradas en 2015 a los elementos de seguridad pública. Muy bien por la administración anterior que nos dejó esos nuevos vehículos. ¿Si a usted, lector gentil, le regalaran un automóvil nuevecito, se pondría a repelar porque tiene que gastar en gasolina? Qué mentalidad tan pobre, si así fuera.
El presidente municipal se quejó de que faltan 23 millones para obras complementarias del parque industrial Colinas de León. No sé cuándo le toque ponerle al municipio, pero qué bueno que ahora se puede hablar de que hay esa necesidad, porque eso significa que ahora sí hay parque industrial en León, parque industrial que no trajeron ni Ricardo Sheffield, ni Vicente Guerrero, ni Ricardo Alaniz, ni Luis Ernesto Ayala, ni ningún otro presidente municipal panista. Es más, ni la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno del Estado que dirigió el propio Héctor López Santillana. Sólo la administración que encabezó Bárbara Botello lo hizo. Bien por la administración anterior, a nosotros nos toca ahora completar.
El presidente municipal se quejó de que están en riesgo 190 millones de las etapas 3 y 4 del SIT. Qué bueno que ahora se puede hablar de las etapas 3 y 4 del SIT. Porque ni Sheffield, ni Vicente Guerrero se animaron a entrarle a estas obras. Sólo la administración de Bárbara Botello lo hizo, consiguió 281 millones de pesos a fondo perdido de BANOBRAS, le puso 440 millones del municipio y logró que los concesionarios pusieran otros 520 millones, dando un total de mil 241 millones de pesos. Y ahora están haciéndose las obras. Hacía falta decisión, y la hubo. Otra vez, bien por la administración anterior. A nosotros nos toca ahora que ese dinero no se pierda.
Se quejó el presidente de que se necesitan 63.8 millones de pesos para concluir el bulevar La Joya. Si falta dinero es porque ahora sí se están construyendo nuevo accesos a la Joya diferentes al saturado bulevar Aristóteles. Los gobiernos panistas anteriores no se animaron a abrir vías alternas. Sólo Bárbara lo hizo y a nosotros nos tocará ahora darle la conclusión a esa obra. Balcones de la Joya, la Joya y Calcopirita son bulevares proyectados por Bárbara Botello que conectarán a las Joyas con el centro de la ciudad vía el bulevar Mariano Escobedo. Por enésima vez: bien por la administración anterior.
En resumen, la rueda de prensa fue una desafortunada pérdida de tiempo del presidente, del secretario del Ayuntamiento, del secretario de Seguridad y del tesorero. ¿Qué gana la ciudad con que se lancen una serie de datos descontextualizados, sin orden y sin pruebas? Sólo el presidente lo sabe.
Para rubricar la irresponsabilidad con que se montó la rueda de prensa, el presidente comparó la administración con un carro desbielado, con las llantas ponchadas y sin gasolina. A los leoneses ya nos debe empezar a preocupar que el que debiera convertirse en líder de nuestro municipio, se exprese de esta forma del gobierno, porque un carro en esas condiciones es imposible echarlo a andar. Parece por tanto, por la comparación, que para Héctor López la tarea de gobernar es demasiado difícil, tiene un grado de complejidad mayor a sus fuerzas. Si le quedó grande el puesto, las quejas continuarán.
En cambio, si el presidente se siente capaz de gobernar, ya debe dejar a un lado los ataques sin fundamento y poner a trabajar a su gente. Ya vamos para dos meses perdidos, que es el 5.5% de la duración de la administración, y todavía no se ve el rumbo de este gobierno. León quiere respuestas, no pretextos.