Política

Nuestro voto puede ser perfectamente irracional

Los seres humanos no somos necesariamente racionales. Más bien, suelen movernos destructivos impulsos y oscuros apetitos.

Pensaríamos, por ejemplo, que un consumidor toma siempre las decisiones que más le convienen. Pues no, miren ustedes: las compras de la gente resultan las más de las veces de meros arrebatos y de la incapacidad de resistir una tentación. ¿Cómo explicar, si no, el colosal endeudamiento de tantas y tantas personas con sus tarjetas de crédito?

En lo que toca a las vidas particulares de cada quien, tampoco la elección de una pareja –un paso realmente importante y trascendente en la existencia— obedece a consideraciones bien fundamentadas sino, en muchos casos, a arranques que desafían toda lógica, inentendibles para cualquier observador externo.

Invocando, a 24 horas de haberse celebrado el día de la Madre, la figura de la progenitora abnegada, una mujer que sobrelleva estoicamente las durezas infligidas por el marido brutal e irresponsable, la pregunta que viene a la mente, antes de sopesar que el cuidado de los hijos pueda ya haberse convertido en un factor determinante y más allá de la servidumbre y sometimiento impuestos por la cultura machista, es por qué el sujeto en cuestión fue la opción escogida y, peor aún, la razón por la cual la mujer, habiendo conocido la libertad por haber escapado en un momento a esa situación, retorna para seguir viviendo al lado de su verdugo.

La circunstancia de la esposa sojuzgada o, en lo referente a otras condiciones de la persona, la pasividad del hombre que admite la violencia verbal de los hijos, la complicidad de un adolescente con las raterías del tío, el consentimiento de incumplimientos en los parientes cercanos y, en fin, las disfuncionalidades de la familia en su conjunto –mucho más comunes y presentes de lo que preferimos admitir— exhiben una muy extraña ausencia de cordura en los individuos de nuestra especie.

Lo personal es político, sentenciaron algunas activistas del movimiento feminista, y esta frase, sacada de su contexto original, podría servirnos para trasladar la constatación de la insensatez doméstica a los ámbitos de lo público, en tanto que se manifiesta también de forma declarada al momento de acudir a las urnas, de preferir a un grupo partidista, de idolatrar a un caudillo, de responder al nefario canto del nacionalismo o de adoptar las más radicales y extremas posturas.

¿Se explica en manera alguna que sean precisamente los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense los que apoyan fervorosamente a un adúltero tramposo e indecente para que sea el presidente de su país? ¿No son los pobres los más inmediatos perjudicados por las políticas que instaura la izquierda chavista en nuestro subcontinente? La criminalidad galopante, ¿no afecta sobre todo a los segmentos más desfavorecidos de una nación antes que a los ricos que se mueven en coches blindados?

¿Cómo vamos a votar este 2 de junio, por cierto?


Google news logo
Síguenos en
Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • revueltas@mac.com
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.