Por favor, no confundir, sí fue lo correcto asignar dinero del erario a Dos Bocas. Aquí la realidad es que fue un “buen” negocio para Pemex, pero malo para la nación, debido a que esos ingresos, convertidos en egresos debieron utilizarse en otros rubros. Pero esas, son decisiones que cada administración asume y deberá ser capaz de tomar como suyas en el mediano o largo plazo según sean las consecuencias que éstas originen para bien o para mal.
Esta afirmación deberá ser tomada dejando a un lado la cuestión político-ideológica de cualquier comentario ligado a esta, por ello la explicaré desde un punto de vista financiero-técnico.
Supongamos el hipotético caso que una empresa privada hubiera sido ayudada por el gobierno, apoyada y se le hubieran facilitado las cosas como a Pemex. Imaginemos al consejo de la empresa al tener un proyecto de esta índole, donde los riesgos financieros, técnicos y administrativos son reducidos por el apoyo de la administración gubernamental vigente en su momento. Dirían: nos hemos sacado la lotería en la vida de la empresa.
El consejo vería como principal ventaja que los recursos necesarios para la ejecución del proyecto integral provendrán del gasto programable del presupuesto de la nación, lo que indica que la empresa no tendría que ir a buscar el financiamiento con una tasa de interés y según el nivel de confianza de quien prestaría el dinero, se establecería el tiempo de retorno y condiciones. Pero al ser recursos que no tienen un costo financiero en un balance económico, solo debería aplicar una depreciación del costo total asignado al dinero respecto al proyecto, y éste al final pasaría a ser parte de las ganancias debido a que no tendría que devolverlo al erario. Convirtiéndose así en un flujo de efectivo adicional que puede ser utilizado por la empresa para cubrir otros costos operativos o financieros. Entonces, al visualizar la anterior oportunidad de la empresa, el proyecto se convierte en rentable desde el inicio.
El siguiente privilegio y que toda inversión debe definir es a qué parte del mercado o a quién le venderá sus productos. La refinería de Dos Bocas al ser parte de la cadena del suministro y tener una relación comercial directa con el principal comercializador y distribuidor, Pemex, el total de sus petrolíferos serían absorbidos por la empresa productiva del estado, con lo que se asegura e indica que no tendrá problemas respecto a los ingresos durante el tiempo calculado de la rentabilidad considerada para su operación, tomando en cuenta que cubrirán alrededor de 22 por ciento en gasolinas y 32 por ciento en diésel, de acuerdo con la demanda total esperada en México.
Al realizar el cálculo del balance financiero del proyecto con las premisas anteriores, considerando un crudo Maya de 22 API (estándar americano), con un uso promedio mínimo de 90 por ciento de la capacidad instalada, tasa de interés cero y ventas de 100 por ciento de sus productos, encontramos que al efectuar el cálculo de los costos (materias primas, operación, administración, mantenimiento, proveeduría, seguros y otros gastos), y considerando variaciones del precio del barril de acuerdo con la tendencia predeterminada de varias proyecciones, así como tomando datos actuales del costo de los petrolíferos y teniendo un costo total de inversión de la refinería de 18 mil millones de dólares; además considerando un periodo de tiempo de evaluación de rentabilidad de 20 años y la depreciación de ese mismo tiempo, los beneficios de la refinería Olmeca (Dos Bocas) son rentables para la empresa desde una perspectiva de negocio.
Los resultados obtenidos indican, con las anteriores inferencias, que la tasa interna del retorno después de impuestos está alrededor de 13.46 por ciento con un valor presente neto de 45 mil millones de dólares después de impuestos. Cabe mencionar que adicionalmente tienen entre 18 mil millones de dólares de flujo de efectivo al final del periodo de evaluación de rentabilidad o 900 millones de dólares en forma anual derivado de la depreciación de la refinería, que en el balance financiero, son descontados después de los resultados operativos.
A final de cuentas, al ser un dinero que no regresa a quién dio el recurso para la construcción, puede ser utilizado para apalancar a la empresa en otros rubros de costos dentro de ella o a la propia refinería. Suponiendo que la inversión total llegara a 24 mil millones de dólares, el TIR (tasa de rentabilidad) caería aún más a 9.93 por ciento y el VPN (valor presente neto) de 41.840 millones de dólares no afectaría el resultado al tener un flujo adicional, entonces el costo de refinar un litro estaría entre 7 y 7.50 pesos por litro.
El anterior cálculo es el sueño de cualquier empresa o persona que pretenda construir y operar un proyecto, noo tener que devolver el dinero que la apalanca a algún financiero o inversionista, es decir, el proyecto no retorna la inversión.
Pero en el mundo real que esta misma empresa tiene que invertir por medio de un financiamiento, considerando las mismas condiciones del mercado para su venta, con una tasa de interés de 12 por ciento, por lo que el resultado sería una TIR de 8.87 por ciento, lo que la coloca 3.37 por ciento por debajo del costo del dinero conseguido, por lo que no sería rentable.
Además los primeros cuatro años el resultado neto del proyecto estaría en negativo, no habría flujo de efectivo adicional y la depreciación referenciada indicaría un costo de 900 millones, que sería la amortización del total de la inversión realizada de la refinería. Por lo tanto se obtendría un VPN de 30 mil millones de dólares después de impuestos, lo que no sería viable aun teniendo un mercado cautivo. Pero si el costo del proyecto llegara a 24 mil millones de dólares, el TIR caería aún más a 5.10 por ciento y el VPN sería de 21.4 mil millones de dólares, con lo que entonces pasaría a tener 6 años negativos en el resultado neto y el costo de refinar un litro estaría entre 8 y 8.50 pesos por litro.
La refinería de Dos Bocas (Olmeca) resulta ser un buen negocio como está planteado actualmente y es un buen proyecto para Pemex al no estresarla para retornar el dinero por ser un presupuesto asignado, ya que sale de ingresos de la nación los cuales no cobran intereses a quienes son etiquetados para su gasto, pero para una empresa bajo las condiciones de mercado financiero actuales, no sería así.
Un proyecto es un buen negocio siempre y cuando ganes sin perder dinero al devolverlo a quien te lo facilitó.