Estamos a días de que la dirigencia de Morena anuncie a sus coordinadoras y coordinadores de la defensa de la cuarta transformación en nueve estados.
Yo soy recién llegada a este movimiento, en el que creo por su compromiso con el alivio a la pobreza. Pero mi asombro por ello no puede ser muy diferente del de los veteranos de la política donde con Morena se están dando, efectivamente, cambios de paradigmas en la manera de elegir a sus candidatos.
En el pasado nos enterábamos de que el partido en el poder realizaba auscultaciones dentro de sus candidatos sobre su nivel de popularidad y aceptación para después dar el famoso “dedazo”. También conocíamos de máximas como “el que se mueve no sale en la foto”, como si la consigna de mejores prácticas era paralizarse y no hacer proselitismo.
Con Morena, el Presidente hizo la auscultación abierta, eliminando la máxima de no moverse, donde puso a la candidata y candidatos a mostrarnos su carácter, inclinaciones, etcétera. En un sentido purista, el pueblo eligió a la persona a su juicio más idónea, por mayoría, a pesar de las críticas de Marcelo Ebrard. Sin embargo, se dio un fenómeno poco deseable, del que incluso yo formé parte, de que los que pudimos hacerlo financiamos espectaculares de nuestros candidatos.
Morena atajó este fenómeno a la mitad de la contienda, porque a todas luces significó incitar a desperdiciar recursos escasos a favor de cada candidato. Y convirtió la práctica en anatema, en una muestra de no probidad como candidato, para el caso de los procesos estatales. Aun así, al menos para el caso de Chiapas, el derroche de recursos en espectaculares y lonas en este estado fue una muestra denigrante de nuestro subdesarrollo político.
Se estiman cientos de millones de pesos botados literalmente a la basura en el gasto más inútil, porque además con el método de las encuestas será sancionado por sus asqueados votantes más a sabiendas que descaradamente algunos de esos recursos, los más ostentosos, salieron de las arcas del gobierno estatal.
Las elecciones de candidatos estatales tienen que sancionar esta práctica, tal y como ya lo ha explicado el presidente del partido. La credibilidad del cambio verdadero tiene que ser refrendada. Confío en que así será.
