Hoy se cumplen 11 de los 30 días en los que, Karla Estrella Murrieta, debe publicar una disculpa en su cuenta de X, por orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por la violencia política en razón de género que ejerció en contra de una mujer candidata. La medida deriva de un mensaje que difundió en dicha red social: “Así estaría el berrinche de […] para que incluyeran a su esposa, que tuvieron que desmadrar las fórmulas para darle una candidatura. Cero pruebas y cero dudas”.
Aunque las sanciones han sido consideradas un exceso por la presidenta Sheinbaum y por la misma denunciante. No es así. Me explico.
Conforme a las Recomendaciones Generales 19, 25 y 28 de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, la discriminación por motivos de sexo o género puede afectar a las mujeres de algunos grupos en diferente medida o forma que a los hombres; por lo que, los Estados parte deben reconocer y prohibir en sus instrumentos jurídicos estas formas entrecruzadas de discriminación y su impacto negativo combinado en las mujeres afectadas.
Además, la resolución en comento se fundamenta en artículo como el 442 bis de la LEGIPE y el 20 de la Ley Gral. de Acceso, así como en diversas jurisprudencias. Incluso, incluye un ejercicio didáctico de “inversión de lenguaje y estereotipos de género” para evidenciar que la conducta sancionada tiene un impacto desproporcionado en las mujeres, ya que, decir que un hombre fue postulado por el berrinche de su esposa sería considerado absurdo. Pero al revés, lo damos por cierto.
Ese es el patriarcado que ciega a Karla. Ese que la hace creer que ejerce su derecho a la libertad de expresión, que le impide ver su descalificación a una candidata con base en estereotipos, cómo minimiza su sólida trayectoria política, la invisibilizándola, la subordinándola a una figura masculina y promueve síndromes como el “de la impostora”, “Cassandra” y “Lilly Reich” que desalientan a las mujeres de participar en la política.
Al respecto, la Sala Superior ha sostenido que, si bien la regla es la maximización de la libertad de expresión en internet, la excepción es que hay restricciones o límites cuando se trata de los derechos o reputación de las demás personas.
Es así como, la Sala Especializada busca impartir una justicia restaurativa acorde a la magnitud de la violencia que vivimos las mujeres. Una justicia que evite la exclusión de las mujeres de la vida política, previniendo su muerte política como ha sucedido en otros seis casos.
En cuanto a la aplicación de las sanciones, valorando sus condiciones económicas, se impusieron una multa menor a mil 100 pesos; una disculpa en X durante 30 días, al considerar desproporcionado hacerlo en un medio nacional, como lo solicitó la denunciante; realizar un curso y leer textos sobre derechos humanos y perspectiva de género.
No obstante, sus recientes publicaciones evidencian que Karla Estrella aún no reconoce la naturaleza violenta de su publicación; lo que deja claro que, sigue orbitando en una galaxia que refuerza estereotipos y la convierte en un cuerpo celeste atrapado en la gravedad del sistema patriarcal que también la oprime.