Política

Machosfera: violencia patriarcal en formato digital

Las estadísticas globales y nacionales muestran que tanto mujeres como hombres experimentan violencia, pero los tipos, contextos y perpetradores difieren significativamente. Las mujeres registran tasas mucho más altas de formas específicas como la violencia sexual, la violencia de pareja, el feminicidio y la violencia digital. Una de cada cinco mujeres usuarias de internet ha sufrido ciberacoso, y las jóvenes de 20 a 29 años son las más expuestas.

En México, varias entidades federativas han avanzado en su reconocimiento legal. En Tamaulipas, la Ley para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres define esta modalidad como una de las formas, tipos o ámbitos de ocurrencia en que se presenta la violencia contra las mujeres es la violencia digital, entendida como cualquier acto o acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización y que le cause daño psicológico, emocional, en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia.

Asimismo, se señala que se ejerce mediante la exposición, distribución, difusión, exhibición, transmisión, comercialización, oferta, intercambio o compartición de imágenes, audios o videos reales o simulados que vulneran la dignidad, privacidad o integridad de una o varias mujeres.

Esta definición no es solo un marco normativo, sino un reconocimiento claro de que el daño digital es daño real con efectos devastadores como la ansiedad, depresión, aislamiento, pérdida de empleo, expulsión social, e incluso riesgo físico cuando los agresores difunden datos personales (doxing).

La violencia digital no surge de la nada; es la extensión de una violencia previa que la nutre y la reproduce. Su aparición en el entorno virtual no es más que una modalidad contemporánea de las mismas lógicas patriarcales que sostienen todas las formas de violencia contra las mujeres.

De acuerdo con ONU Mujeres, un fenómeno preocupante es la llamada “machosfera”, espacios que difunden ideas erróneas y promueve discursos de odio, abuso y misoginia. Algunos grupos que la conforman son los Incels (célibes involuntarios) quienes creen que los hombres “merecen” acceso sexual y que las mujeres se los niegan deliberadamente; promueven ideas extremistas, justifican agresiones sexuales, incluyen racismo y homofobia, y han sido vinculados a ataques violentos.

También destacan el Movimiento por los Derechos de los Hombres (MRA), MGTOW (Men Going Their Own Way) y los PUA (artistas de la seducción) quienes piensan que el feminismo está en contra de los hombres, deshumanizan a las mujeres y promueven técnicas de manipulación y coerción para obtener sexo, minimizando o ridiculizando el consentimiento, fomentando la cultura de la violación sexual.

Así, el ciberespacio se ha convertido en un lugar donde prosperan discursos misóginos que difunden ideas deshumanizantes y estereotipadas sobre las mujeres, como la Pastilla Roja, AWALT, el término femoide y la noción peyorativa de la hipergamia. Narrativas que promueven la violencia patriarcal, ahora, en un peligroso formato digital conocido como machosfera.


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Nohemí Argüello Sosa
  • Nohemí Argüello Sosa
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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