Los interescuadras

Pese a que fue una noticia relevante, el caso quedó opacado inmediatamente por la inauguración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, se trata de las acusaciones del ex consejero de la presidencia, Julio Scherer, en contra del fiscal general, Alejandro Gertz, y de la ex secretaria de Gobernación, hoy presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero.

En un escrito el ex funcionario asegura que ambos personajes intentaron perjudicarlo la última realizando una investigación sobre sus actividades profesionales, mientras al primero lo acusó de presionarlo para “impedir que su cuñada Laura Morán y la hija de esta, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano Federico Gertz Manero, de lo que él las acusa”.

Pero no es el primer encontronazo entre miembros o ex miembros del gabinete de la 4T, ya el año pasado protagonizaron un escándalo de asuntos ventilados en la prensa el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, y el fiscal Alejandro Gertz. Nieto salió despedido del gobierno federal luego de una supuesta boda fastuosa, ajena a los principios de austeridad de la 4T y en el caso de Gertz, se ventilaron presuntos gastos excesivos que al final no sirvieron para tocarle un solo cabello al fiscal.

Y así en medio de golpes bajos y un sinnúmero de situaciones por demás sospechosas han salido una gran cantidad de personajes del gobierno, como el ex secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, a quien de pronto le cerraron la puerta de Banxico, o su antecesor Luis Carlos Urzúa quien fue dado de baja por no comulgar con las indicaciones presupuestales dadas por el jefe del Ejecutivo.

Así transcurre la vida al interior del gabinete donde cualquier pieza suelta es aprovechada por el rival para el escarnio del adversario, eso habla de un serio problema que nos lleva a pensar que no hay orden y más bien hay un descontrol en el equipo cercano al Presidente.