Hace poco en la junta de redacción nos hacíamos la siguiente pregunta ¿habrá un censo para saber cuántas personas de la sociedad son parte de la comunidad que pertenece a la diversidad sexual? la respuesta fue contundente… no.
Por mucho tiempo se desconoció la cantidad de personas que en México tenían cierto tipo de orientación sexual y ayer el Inegi dio un paso importante al hacer visibles por primera vez el universo de personas que pertenecen al grupo LGBT+.
Se trata de los resultados de la encuesta nacional sobre Diversidad Sexual y de Género del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) y gracias a éste ejercicio hoy sabemos que cinco millones de personas mayores de 15 años se identifican como LGTB+, lo que equivale al 5.1 por ciento de los mexicanos, una cifra para nada menor pues equivale por ejemplo casi al total de la población del estado de Guanajuato.
Divididos en grupos también sabemos que 4.6 millones de personas se identificaron como lesbianas, bisexuales, pansexual, asexual o demisexual, en tanto que 909 mil se identifican con un género distinto al que nacieron. En pocas palabras se han hecho visibles y hoy tenemos conciencia que son una parte de la población importante con necesidades específicas y retos muy particulares como enfrentarse a una sociedad poco incluyente.
La muestra es que 11 por ciento refiere rechazo social, 26 por ciento ha pensado alguna vez en suicidarse y 14.2 por ciento lo ha intentado en alguna ocasión, promedios superiores a lo que la mayoría de la población enfrenta, el ocultamiento de su orientación se mantiene en poco más de medio millón de personas justo por miedo al rechazo.
Sin duda esta encuesta es pionera, incluso a nivel mundial, donde la mayoría de los gobiernos prefieren mantener ocultos los datos de una población que es parte de la sociedad que la rechaza, seres humanos estigmatizados por su conducta sexual pese a que ello no es impedimento para desenvolverse en sociedad.
Es hora de que empecemos a hablar de individuos, no de géneros ni orientaciones, no de colores ni condición social… el día que hablemos de individuos de seres humanos ese día entonces estaremos hablando de una real equidad.
Miguel Ángel Puértolasmiguel.puertolas@milenio.com