Ya pasaron 23 días de la realización de la famosa consulta popular promovida desde el partido Morena como una para juzgar a los ex presidentes aunque en realidad la pregunta por la que votaron menos del 8% del padrón electoral no tenía nada que ver con ello y quedó probado que todo fue un show que nada tiene que ver con la justicia y el combate a los actos de corrupción.
Resultará, sin duda, preocupante para Morena que menos del 7% del padrón electoral haya votado por el sí, independientemente si entendieron o no la pregunta pues ese es el número de personas que son incondicionales al partido y al Presidente, por decirlo de una manera, es la base de Morena que mantiene el interés pese a todo en las acciones de las actuales administraciones encabezadas por este partido.
Pero volviendo a la raíz del tema objeto de esta columna, es que no se ha vuelto a hablar del tema y como en algún momento lo expresamos aquí es más fácil atinar dónde va a caer un rayo que ver en un futuro cercano pese a las acusaciones de corrupción durante su administración ver sentado en el banquillo de los acusados a Enrique Peña Nieto por ejemplo.
Lo cual habla, pese a las manifestaciones públicas de repudio y confrontación que el pacto no escrito entre presidentes salientes y entrantes es no tocarse porque hacerlo abriría una caja de pandora difícil de cerrar, cualquier error puede costarle la cárcel a cualquier ex presidente y este es un asunto al que nadie desea entrarle. Los matanceros de hoy se convertirían en las reses de mañana.
¿Dónde están las voces que pedían la cabeza de los ex mandatarios? ¿Dónde están aquellos que se desgarraron las vestiduras exigiendo justicia e invitando a la gente a participar en esta consulta? Pues no es difícil saberlo, están enfocados en la nueva propaganda que pretende mantener en la gente el ejercicio de voto hacia el Presidente y es la famosa revocación de mandato.
Otro show, en el que se augura una participación similar a la consulta popular, empezando porque ni siquiera la ley reglamentaria ha podido ser aprobada por la actual legislatura lo que ha significado un revés para la cuarta transformación.
Y así nos habremos gastado en dos espectáculos más de mil millones de pesos.
miguel.puertolas@milenio.com
