La noticia se dispersó con rapidez hace exactamente una semana: durante una teleconferencia con analistas económicos estadounidenses, la presidenta y consejera delegada de General Motors, Mary Barra, fue cuestionada sobre las previsiones de la armadora ante el anuncio de la inminente aplicación de aranceles por parte de la administración del presidente Donald Trump a los productos de origen mexicano, que podrían alcanzar una tasa del 25 por ciento, y entre los cuales destacan los vehículos que GM ensambla en México.
“Tenemos capacidad (de producción) en los Estados Unidos para transferir algo de eso. También vendemos camionetas globalmente así que podemos estudiar el origen de los mercados internacionales. Así que hay cosas que podemos hacer para minimizar el impacto si se imponen los aranceles a Canadá o México”, respondió Barra con la confianza de quien ha analizado múltiples escenarios previamente.
Mientras las empresas estadounidenses pueden echar mano de movimientos estratégicos para salir lo mejor libradas posible, el impacto a la economía de Guanajuato será negativo si Trump decide mantener por un tiempo prolongado las sanciones económicas anunciadas para México.
Aunque ayer se pactó una “pausa” de un mes en la aplicación de aranceles, mientras los gobiernos de ambos países continúan los acercamientos en la búsqueda de acuerdos y evaluación de los compromisos, no deja de ser la suspensión solo un breve respiro. El dinamismo de la economía de Guanajuato se ralentizará este mes. Decisiones de inversión y contrataciones esperarán para ver cómo evolucionan las cosas. A todos conviene que sea favorablemente.