El misterio ha terminado. Tras el Sorteo de la Copa del Mundo 2026 en Washington D.C., el país ya sabe contra qué escuadra se medirá la Selección Nacional en el partido inaugural en su XXIII edición: el Tri buscará ganar a Sudáfrica en el Estadio Ciudad de México —Estadio Azteca para los nostálgicos— el próximo 11 de junio. Sin embargo, hay otro enemigo, fuera de la cancha, mucho más difícil de vencer.
El juego será visto por 90 mil afortunados en las nuevas butacas del Coloso de Santa Úrsula y por otras 6 mil millones de personas en todo mundo. Un escaparate magnífico para el país, la Ciudad de México, políticos, deportistas, empresarios… y capos del crimen organizado.
El 7 de junio publiqué en DOMINGA, la revista de periodismo narrativo de MILENIO, que una fuente de alto nivel me confirmó que el gobierno de México había solicitado al de Estados Unidos que no se hiciera alguna acción de captura o eliminación de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, durante el 2026 por la violencia que podría generarse en las sedes mundialistas en México. Un “Culiacanazo” al estilo Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras las miradas del mundo están sobre nuestro país, sería desastroso para la reputación mexicana.
La petición no cayó bien en la Casa Blanca, pero fue entendida por la fiscal general de los Estados Unidos Pam Bondi, quien aceptó el acuerdo, a cambio de que se intensificara la persecusión contra otros capos. Los Chapitos, por ejemplo, siguen en lo alto de la lista de objetivos prioritarios, con o sin Mundial, Juegos Olímpicos, Super Bowl o Champions.
Mi fuente —quien corroboró su acceso a información clasificada con el envío de una fotografía inédita de Antonio Oseguera Cervantes, “Tony Montana”, hermano del “Mencho”, publicada en este diario— comentó después que el líder del CJNG incluso ha movido sus conexiones para conseguir boletos para los cuatro partidos mundialistas en el Estadio Guadalajara y obsquiarlos como premios a sus más fuertes y discretos aliados en la política y el empresariado. A él tampoco le conviene una disrupción en la Copa del Mundo 2026.
Por eso es que las autoridades mexicanas, al menos en Ciudad de México y Jalisco, se encuentran relativamente tranquilas con el operativo de seguridad que durará del 11 de julio al 19 de julio de 2026. La probabilidad de una masacre, un narcobloqueo, un bombazo, es relativamente baja. Además, estrategias de tranquilidad como la de cada año durante los días de la Fórmula 1 demuestran la capacidad del Estado para desactivar cualquier intento de atentado.
Sin embargo, el peligro no está en la calle. Ni en Zapopan ni en Coyoacán. Hay tres zonas de riesgo que domina perfectamente el CJNG y que serán un dolor de cabeza para el gobierno mexicano en cuanto se acerquen las fechas mundialistas.
La primera es el fraude cibernético. Criminales que diseñan páginas falsas o que lanzan virus maliciosos para robar datos personales y financieros de los aficionados y compradores de boletos que caigan en sus trampas de venta de boletos, alojamientos y reservaciones. Este negocio ilegal lo conoce bien el cártel desde que comenzó con el modelo criminal llamado “matanza de cerdos” y los desfalcos a jubilados estadounidenses que buscaban retirarse en las playas de Jalisco.
Segundo, lavado de dinero. El CJNG estaría interesado en hacer irrastreable el origen de su dinero sucio aprovechando un altísimo nivel de apuestas legales e ilegales durante la Copa del Mundo. Apuestas que no sólo ocurrirían en casinos clandestinos, sino en páginas en línea que se crean y eliminan en 90 minutos, la duración de un juego.
Y tercero, trata de personas. La Secretaría de Turismo estima que arribarán a México unos 67 millones de turistas extranjeros. Algunos muy probablemente aprovecharán su estancia para hacer turismo sexual, dado que nuestro país es líder global en producción y distribución de pornografía infantil. La ofertas de servicios sexuales crecerán —otro negocio cooptado por el CJNG— y muchas personas, usualmente adolescentes, serán obligados a prostituirse. Para lograrlo, el crimen organizado deberá redoblar sus esfuerzos en reclutamientos forzados en los próximos meses.
El “Mencho” ya tiene sus boletos. En la Copa del Mundo 2026, él también es un jugador al que hay que ponerle marcaje personal, pero sin sacarle tarjeta roja. ¿Qué será más difícil para México: neutralizar el peligro de Sudáfrica o el del Cártel Jalisco Nueva Generación?
