Uno de los personajes más pintorescos de la vida portuaria del Pueblo Viejo de Tampico y de Tampico de las Tamaulipas fue Leonardo Truyol, alias “El Mata”, el “Monstruo Marino”, el “Tirano de Tampico”, piloto de la Barra de Tampico.
Vivía del lado sur del río Pánuco, y desde allí transportaba en su barquito la mercancía de los buques hasta los almacenes.
A veces exageraba los peligros de la barra cobrando cuotas desmedidas.
Los libros de bautismo del Pueblo Viejo lo citan como padrino desde 1808. Era originario de Mahón (Menorca) en España, donde nació en 1778. Vino a Nueva España con su hermano Jaime.
Por ser pobre y tahúr lo llamaban “Mata la Chiva”, y el comandante militar de Pueblo Viejo, don Antonio Piédrola, lo colocó en la Barra, donde defraudaba a todo mundo.
De altura gigantesca y fornido, pero muy cariñoso con su madre, que vivía en Mahón, a quien enviaba 15 pesos cada mes. Se casó tres veces, en 1811 con Manuela del Carmen Vizcarra, y ya viudo, en 1821 con Josefa Antonia Heredia, de la que también enviudó.
En 1840, ya con 62 años de edad, casó con una jovencita, María del Rosario Arze, falleciendo en Pueblo Viejo en marzo de 1842.
Al nefasto ministro de los Estados Unidos, Joel Poinsett, le cobró 150 pesos en lugar de los 20 del arancel. En los almacenes de la Barra se perdían mercancías, etc., hasta que el gobierno de Pueblo Viejo lo obligó a vender su establecimiento y pasarse al lado tamaulipeco.
Era compadre de doña Cecilia Villarreal, quien poseía barquitos para cruzar el río, y que a su vez se casó tres veces, y parece se gustaban, pero entre ellos existía el impedimento antiguo del compadrazgo.
A una conducta de plata que transportó desde Altamira a un buque de guerra, con valor de más de 500 mil pesos, la declaró perdida “por haberse ido a pique su barquito”.
Fue llevado preso a Veracruz, pero logró salir libre. Compró las tierras de Cabo Rojo al capitán Juan Mora (desde Tamiahua al río Pánuco); por 1816 las vendió a don Manuel Casados, segundo esposo de doña Cecilia Villarreal.
Esto es lo que se conoce del célebre “Mata”, un soberano absoluto en su pequeño reino.