Cultura

De ciclones y vendavales

  • Taller Sie7e
  • De ciclones y vendavales
  • María Luisa Herrera Casasús

Librados afortunadamente de temblores, tifones, maremotos y tornados, los huastecos estamos acostumbrados a los ciclones. Casi no hay generación que no los haya conocido, aunque últimamente la leyenda nos indica que nos cuidan los extraterrestres.

Pero pasado el peligro, el pueblo tiende a olvidarlo y vive o construye sin precauciones. Colonias enteras se levantan en las riberas de los ríos Pánuco y Tamesí, y en “zonas residenciales” que no son sino relleno de vasos y cauces naturales propensos a las inundaciones.

Desde los documentos existentes del siglo XVI hay menciones de vendavales, inundaciones y huracanes. De la época moderna, en la zona, se recuerdan como más fuertes los de 1897, 1933, 1955 y 1996. Pero los que destrozaron a Tampico y Cd. Madero fueron el del 33 y el del 55.

No existiendo un adecuado servicio meteorológico para su detección y aviso al público, la gente recibía el impacto del meteoro casi sorpresivamente. En 1933, circuló un corrido popular que describía los hechos: “Los días 15 y 24 del septiembre que pasó, el año del 33 el ciclón nos arruinó.

El día 14 empezó a llegar el primer aire, mas nadie se preocupó hasta que fue ya muy tarde. “Este viento está muy feo”, decían ya para acostarse, pero el ciclón que llegaba los obligó a levantarse… “Sáquenos pronto de aquí, que nos estamos ahogando.”

“Yo lo siento por mis hijos”, decían las madres llorando. “Este 15 de septiembre nunca se me olvidará” … Fueron muchos los ahogados víctimas de este ciclón, quedando unos en los ríos y otros en el panteón.”

Afortunadamente, los tampiqueños sabemos reírnos de nuestras desgracias.

Sobre el ciclón de 1955 hay muchas notas periodísticas que narran la tragedia del puerto, pero donde la solidaridad nacional y extranjera fue notable.

Fluyó la ayuda a esta zona devastada. Los norteamericanos enviaron al portaaviones Saipán, con helicópteros y marinos para la ayuda de los damnificados, instalando su centro de operaciones en las lomas del Club Campestre.

En esa época se construyó el famoso Bordo de Defensa a la orilla del río, y tiempo después se hicieron otras obras de defensa, como el cárcamo de Lomas de Rosales y otras más. Vivimos en alerta.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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