En otras columnas he abordado el tema de la revista Cause y los hombres que la impulsaron. Les he platicado de Magdalena Mondragón, de Enriqueta Ochoa y de otros autores laguneros, de la primera Casa de la Cultura y después de su cierre arbitrario, del Museo Regional de la Laguna entre otros temas culturales así como sus talleres y los hombres y mujeres que impulsaron la educación y cultura en la Comarca Lagunera.
Ahora quiero tratar el tema de la Universidad de Coahuila en Torreón. En 1957 siendo gobernador Constitucional del Estado Independiente, libre y soberano de Coahuila de Zaragoza el C. Román Cepeda Flores y el Congreso Constitucional del Estado decreta con el número 193 la creación de la Universidad de Coahuila.
Artículo Primero “Se crea un el Estado un organismo de educación superior que se denominará Universidad de Coahuila, organismos que tendrá la personalidad y capacidad jurídica que le señala la Ley orgánica que normara su funcionamiento.”
En Torreón, la Universidad de Coahuila, Unidad Torreón empezó con las siguientes facultades: Medicina, Comercio y Administración, y posteriormente la Escuela de Derecho, se integró a la UAC, la Escuela Preparatoria Venustiano Carranza (aquella que fundó el también gobernador lagunero el General Pedro Rodríguez Triana).
Este acontecimiento marcó que la educación llegará a todos los sectores sociales de la región.
De sus aulas han egresado miles de jóvenes laguneros.
Hoy la Universidad cuenta con muchas otras facultades. Sería deseable que se abriera en Torreón la carrera de Historia y de Filosofía y letras, faltan las humanidades que alimenten el espíritu y dejen obras escritas para la ciudad.
Pero el paso decisivo para la educación universitaria la dio Román Cepeda Flores y por eso su nombre está en la historia, no sólo de Torreón, sino de Coahuila.
Años más tarde el ingeniero Heriberto Ramos González, presidente municipal de Torreón (1964, 1965, 1966) gestionó junto con su gran amigo el entonces gobernador de Coahuila, el lagunero Braulio Fernández Aguirre el Instituto Tecnológico Regional de La Laguna.
Para poder lograr ese gran proyecto se invitaron a diferentes sectores de la comunidad y a personajes laguneros con peso económico o político. La sociedad lagunera apoyó esta iniciativa, ya que la educación y la cultura cambian a las ciudades y los laguneros están consientes de ello.
Por medio de la cooperación de la iniciativa privada canalizada por la Asociación Civil Pro-Fomento y construcción del Instituto Tecnológico Regional De La Laguna, se hicieron las gestiones necesarias con el fin de utilizar el edificio Dina, el cual se encontraba abandonado desde hacía 8 años y en forma provisional se instalaron 12 aulas, 3 talleres y las oficinas necesarias para el control administrativo del Tecnológico.
El edificio sólo se ocupó un año, pasando posteriormente a instalarse en forma definitiva en las nuevas instalaciones de Boulevard Revolución y Calzada Cuauhtémoc donados por el Gobierno del Estado de Coahuila.
El nivel superior se creó en Noviembre de 1967, con la carrera de Ingeniería Industrial en tres opciones:
Química, Mecánica y Eléctrica, con el paso del tiempo se fueron integrando otras carreras para beneficio de la Laguna.
Nuestra ciudad que había tenido un origen agrícola en base al algodón, empezaba a convertirse en ciudad industrial y el Tecnológico de la Laguna y la Universidad de Coahuila ofrecía a miles de muchachos la oportunidad de estudiar y de cambiar a la Comarca Lagunera convirtiéndola en una región con obra calificada.
Don Heriberto Ramos y don Braulio Fernández Aguirre entran a las páginas de la historia lagunera y de Coahuila.
Ahora al presidente electo Román Alberto Cepeda Haces Gil le llega de golpe un gran reto: convertir a nuestra ciudad en una que sea habitable: seguridad, economía, salud, infraestructura urbana, educación y cultura son prioridades para el buen vivir.
El reto es gigante pero con apoyo de la comunidad, de las diferentes cámaras y de las personas que aman Torreón podrá lograrlo.
La Casa de la Cultura que fue cerrada en el año 2002 con gran dolor de los laguneros, ya que nos quitaron la oportunidad de que nuestros niños, jóvenes y adultos tuvieran la oportunidad de crecer intelectual y espiritualmente con el aprendizaje de las Bellas Artes.
Hoy nuestro presidente electo Román Alberto Cepeda tiene la gran oportunidad de rescatar la antigua Venustiano Carranza para hacer una gran Casa de la Cultura que sea motivo de orgullo de todos los torreonense y de los laguneros y que la cultura sea para todos.
Esa nueva Casa de la Cultura en el gran edificio de la Venustiano Carranza será el parteaguas para un nuevo crecimiento cultural en nuestra región.
Seguro que si logra apoya a la cultura y a todas las otras áreas de nuestra ciudad seguro que su nombre Román Alberto pasará a la historia comarcana y coahuilense.
Qué así sea.