La lucha por lograr ciudades más seguras, accesibles y dignas para las personas no es “nueva”, en el país tiene más de varias décadas en las que activistas, académicos y sociedad civil organizada han venido sumando esfuerzos para que las urbes mexicanas sean espacios pensados para todas y todos.
Un ejemplo de ello es el Congreso Peatonal que realiza una vez al año Liga Peatonal, (organización civil que funciona como una red cuyo objetivo es transformar las ciudades en beneficio de las y los peatones), evento con el cual se pretende promover la importancia de caminar para las urbes, así como los derechos peatonales, principalmente, el cual fue organizado en esta ocasión por Revolución Urbana, organización de Pachuca que trabaja por la movilidad urbana sostenible.
Dicho proyecto tiene poco más de ocho años de existir, el cual ha sido realizado en diferentes sedes, tales como: Cholula, Monterrey, Morelia, Culiacán y, este año, Pachuca, a fin de llegar a más personas con la idea de mejorar las condiciones en las que habitamos la ciudad.
Para ello, una de las estrategias puntuales que persigue el Congreso Peatonal es el contar con las y los tomadores de decisiones en temas de ciudad, para que puedan sensibilizarse en la materia y coadyuvar en el objetivo de mejorar las ciudades para todas las personas, sin distinción alguna.
Es por eso que el Congreso de este año contó con la participación de funcionarios y funcionarias de dependencias estatales y federales, miembros del Colegio de Arquitectos del Estado, así como también por conferencistas internacionales como Paula Soto, y la participación de organizaciones civiles de distintas entidades, como Exploradores de la Ciudad.
En el caso de este año, algunos de los temas centrales del congreso se enfocaron en la ciudad para las infancias, la seguridad de las mujeres en la calle y en el transporte público, así como en dar a conocer distintas intervenciones en el espacio público realizadas desde sociedad civil.
Fueron tres días en los que se buscó concentrar a todas las personas interesadas en mejorar su ciudad, generando espacios de diálogo y análisis en conjunto, en aras de un futuro en dónde se dignifiquen a los medios de transporte que hoy por hoy se encuentran en el olvido o desvirtuados por la visión auto-centrista que predomina en el país.
Tras haber sido partícipe de este ejercicio, considero importante que todo lo ahí hablado y aprendido no se quede solo como un buen recuerdo para quienes tuvimos la oportunidad de asistir y que intentemos llevar a la práctica ejercicios donde podamos sumar esfuerzos con los distintos actores claves de nuestras comunidades para ver ese cambio que tanto necesita nuestra ciudad.
Un primer paso pudiera ser el que empecemos a exigirles a las autoridades de todos los niveles que hagan lo propio por mejorar la seguridad vial del país, apostándole más a la movilidad activa y en crear espacios públicos incluyentes.
A pesar de todo lo que falta por hacer, da gusto saber que hay muchas más personas que quieren y están trabajando en lograr urbes más pacíficas en donde las personas puedan desplazarse dignamente, y que se concentren año con año para animar a otras y otros a sumarse a la revolución peatonal..