Al rendir su primer informe de gobierno, Jorge Zermeño Infante, alcalde de Torreón, fue duro y directo, se lanzó en contra de lo que llamó sus “adversarios gratuitos”, a quienes les molesta el buen trabajo de la actual administración y el progreso de la ciudad.
Dijo que estas personas le apuestan al fracaso, pero que los funcionarios municipales responden con trabajo, con hechos y no con dichos. Zermeño Infante también criticó al gobierno federal, el cual se ha encargado de recortar presupuestos y esto afecta el trabajo que se venía haciendo.
Lo que llamó la atención es que durante su primer informe, el alcalde resaltó el rubro de seguridad, además habló de la compra de patrullas tanto para Seguridad Pública Municipal, como para Tránsito y Vialidad.
Comentó también que el presentado no fue un informe triunfalista, sino un informe que da cuenta del trabajo responsable que se lleva a cabo, con las limitantes que tiene la administración ante la falta de los apoyos federales.
De ahí en adelante, mencionó las obras que ha realizado, así como el impulso al deporte y todavía se dio tiempo para felicitar al Santos Laguna, equipo que tuvo un gran torneo, pero que cayó en la liguilla.
Todo lo que mencionó fue muy bonito, todo color de rosa, pero también hay cosas que se han dejado de hacer, como lo es la limpieza en la ciudad, ya que existen sectores en donde las banquetas o camellones son utilizados como basureros.
También la excesiva cantidad de fugas de agua y no se diga las calles que continúan sin ser bacheadas o pavimentadas.
Cada quien ve el vaso medio lleno o medio vacío, por lo que Zermeño Infante solamente habló de lo que ha hecho y no de lo que ha dejado de hacer.
Pero también se mostró futurista, mencionando un parque deportivo que se construirá para apoyar a varias comunidades ejidales.
Lo malo, el frío que se dejó sentir durante el informe, ya que se habían puesto pantallas afuera del Teatro Nazas para los asistentes, para los de a pie, pero estos no acudieron como se esperaba y hasta el atole que ofrecieron, se les quedó en sus ollas.
Rindió su primer informe y de que hubo obra, ni duda cabe, pero de que falta mucha, también.
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