Política

Los desafíos de la Guardia Nacional

  • Columna de Julio Valera
  • Los desafíos de la Guardia Nacional
  • Julio Valera

La semana pasada el Congreso aprobó las leyes secundarias para la operación de la Guardia Nacional. Las cuatro leyes reglamentarias (Ley Orgánica de la Guardia Nacional, Ley Nacional de Registro de Detenciones, Ley del Uso de la Fuerza, y una ley que modifica a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública) fueron enviadas al ejecutivo para su promulgación.

Con esta normatividad establecida, resulta más claro cuál será la composición y forma de operación que tendrá este cuerpo encargado de la seguridad a nivel nacional. Una revisión de los textos permite identificar algunos aciertos que se vislumbran, pero también situaciones que pueden resultar riesgosas o incluso contraproducentes.

Los avances identifcados recaen en los elementos novedosos que se introducen en la normatividad aprobada. Por ejemplo, los cambios a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública tendrán un efecto en los sistemas de información y tecnología, pues se crea una oficina que manejará todo flujo de información entre dependencias y niveles de gobierno.

Asimismo, se establecen los mecanismos para compartir las principales bases de datos, como son la de detenciones, huellas balísticas, entre otros. Esto con el fin de poner orden y eficiencia al manejo de la información por parte de todos los actores involucrados.

Por su parte, la Ley General del Registro de Detenciones tiene el aspecto positivo de tener un componente de transparencia, pues permite que cierta información de la base de datos de personas detenidas pueda ser consultada por el público.

Finalmente, la Ley del Uso de la Fuerza establece los criterios de gradualidad y proporcionalidad en la actuación de la Guardia Nacional, enfoque necesario ante la situación binaria de parálisis o abuso que caracteriza a la respuesta del Estado.

Pero estos textos también despiertan algunas reservas sobre la idoneidad de este cuerpo de seguridad. El tema que más ha generado inquietud es la ambigüedad que existe en torno al fuero militar y civil.

Las formulas juridicas que se utilizan en estos textos no dejan claro los limites entre competencias civiles y castrenses. Aunque los miembros de la Policía Federal seguirán siendo funcionarios civiles, al igual que los nuevos reclutas, los militares que participarán en la Guardia Nacional no toman licencia como militares, sino que estarán “funcionalmente separados”, y no resulta claro cuál es las consecuencias jurídicas de esa separación funcional.

Otro de los temas que destaca es la heterogeneidad en el trato que se le da a los integrantes de la Guardia Nacional. Los elementos de la Policia Federal son una especie de elementos de segunda categoría: esto se puede ver en el hecho de que tienen un régimen de servicio social distinto al de los militares.

Pero también existen disposiciones transitorias que afectan la representación de este cuerpo en los altos mandos. Por ejemplo, para ser coordinador territorial se requiere una experiencia mínima de 30 años en el cuerpo de origen, favoreciendo la presencia de militares en estos rangos.

La reserva final que destaco toca el tema de la lógica territorial que tendrá la Guardia Nacional. Esta forma de organización, que incide en aspectos operativos y de financialmiento, genera dudas sobre cómo funcionará en la realidad.

Al establecer una organización territorial, y no funcional, pasan a segundo plano las unidades que especializadas encargadas de temas como secuestro o lavado de dinero. La ley establece que se podrán crear este tipo de unidades, pero no determina en qué temas, con qué estructura, cómo se coordinarán con el resto de la guardia, ni las facultades con las que contarán.

Por otro lado, parte del financiamiento de las intervenciones de la Guardia Nacional recaerá en cuotas a los estados. La posibilidad de celebrar convenios de colaboración entre este cuerpo y los estados crea incentivos para no establecer estrategias regionales, prestandose a discrecionalidades.

Sin duda, la Guardia Nacional será el sello de la actual administración en tema de seguridad. Estas leyes son la ruta que determinará si este cuerpo conduce hacia el éxito o fracaso, lo que a su vez determinará si en México, por fin, podemos comenzar a hablar de una mejora en la terrible situación de seguridad que vivimos.

Twitter: @jmvalerapiedras

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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