No, esta no es una columna de agradecimiento al presidente Trump por excluir a nuestro país de los aranceles más onerosos que anunció en el llamado Día de la Liberación. Es cierto que salimos relativamente bien librados, lo que, en estos momentos, ya es ganancia. Pero, aunque parezca increíble, hay otras cosas positivas que podemos reconocerle.
Comencemos, sin embargo, por lo negativo. Trump le ha causado un gran daño a México y al mundo al dinamitar el orden comercial global que, con todos sus defectos, ha traído estabilidad y prosperidad desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Y pese a que decidió poner pausa a algunas de sus tarifas más agresivas, las medidas que ha puesto en marcha representan el giro proteccionista más radical adoptado por EU en los últimos 100 años.
Es verdad que, en términos relativos, México salió menos golpeado: solo nos aplicaron las tarifas generales y varios productos quedaron exentos por cumplir con el T-MEC. Pero esto no nos blinda del impacto financiero que detonaron sus políticas, ni de la crisis económica global que pueden desencadenar. Se habla, incluso, de una estanflación: la temida combinación de recesión con inflación. Bajo este panorama, la pregunta es: ¿hay algo que agradecerle a Trump? Sorprendentemente, sí.
Arriba de la lista está una mejoría en la estrategia para enfrentar el crimen organizado. El gobierno mexicano ha encontrado un nuevo ímpetu en su combate al narcotráfico: más capos capturados, más extradiciones, más decomisos, menos asesinatos. Este cambio de rumbo no fue accidental, sino producto de la presión de Trump. También podemos darle crédito por la mayor disposición del gobierno para abrir el sector energético a la iniciativa privada.
En lo particular, Sheinbaum debe de darle las gracias a Trump por contribuir a la enorme popularidad de la que goza. Cerca de 85% de los mexicanos aprueba su gestión, aun cuando enfrenta una desaceleración económica, recortes presupuestales, tensiones políticas y alarmantes revelaciones en torno al narcotráfico.
Todos estos acontecimientos le pudieron quitar popularidad a la Presidenta. No fue así. El sentimiento patriótico que ha generado Trump en la población mexicana ha más que compensado las malas noticias.
Lo cierto es que Sheinbaum ha sabido manejar bien la relación con Trump, y no necesariamente por las concesiones que ha obtenido gracias a su cabeza fría. Canadá, con una postura mucho más combativa que la de México, ha obtenido básicamente los mismos términos. Su mayor habilidad ha sido generar una narrativa que resuena con la población. Cada vez que se refiere a la negociación con EU menciona que nuestra soberanía no está en riesgo.
Me queda claro que el daño que ha causado Trump al orden comercial mundial en sus menos de 100 días de gobierno es mucho mayor que los beneficios que ha aportado. Pero México y Sheinbaum tienen ciertas cosas que agradecerle.