Papa Francisco, dirigió un mensaje de año nuevo, el 8 de enero, al cuerpo diplomático acreditado en Roma, cuyos temas fueron:
la Jornada Mundial de la Juventud, el cambio climático, la Amazonía, la democracia y el desarrollo en los pueblos latinoamericanos, el diálogo con los pueblos musulmanes, los conflictos en el Oriente Medio, Europa como continente que fue raíz de muchas culturas y avanzada en procesos de paz y de evangelización y hoy tan atorada en los conflictos de los Balcanes, etc.
El Papa, hablando a tantos embajadores acreditados en Roma, está promoviendo un diálogo entre naciones y al mismo tiempo, respetando la variedad de religiones que ellos representan de sus países.
Hay profundos anhelos por el desarrollo, la ecología, la educación, la paz.
Los migrantes y otros temas que atañen a los problemas internacionales. Recuerda el Papa: “Este año la comunidad internacional recuerda el 75 aniversario de la fundación de las naciones unidas.
A continuación de las tragedias experimentadas en las dos guerras mundiales, con la Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio de 1945, cuarenta y seis países dieron vida a una nueva forma de colaboración multilateral”.
El Papa Francisco, el de Roma, con mensajes como el que comentamos, se hace muy local, ya que toca problemas de la necesaria fraternidad, la paz, el amor a la casa común, que son nuestra tarea de día a día, en un mundo tan complicado, donde algunas veces nos confundimos tanto, como cuando pensamos que defender propuestas de un partido político, con la pasión con la que obramos, le damos el valor de un mandamiento divino, aunque la justicia pase al basurero de la historia.
Nos encontramos en un Año Nuevo, crucial para la ciudadanía mexicana, no muy acostumbrada a informarse sobre la realidad del país, razón por la cual, por la desinformación, se le puede engañar.
Es necesario ir a las causas de los problemas sociales para no caer en los enredos de la manipulación, ya que obrar con la verdad, es una forma de forjar la paz desde los escenarios familiares, escolares, de vecinos.
De lo contrario, por ignorantes, perdemos el piso de la realidad, y como ciudadanos podemos llamar a que nos gobierne, quién no es apto, pero se le conoce por la abundante publicidad, que en muchas ocasiones, puede estar montada en la ambición de poder.