La pandemia parece ir cediendo el paso a la vida normal. El Gobernador Alfredo Del Mazo ha señalado que el Estado de México está a punto de regresar a semáforo verde, con ello iniciará un proceso de regreso casi total a esa nueva normalidad que nos ha dejado el Covid. Las oficinas volverán a tener vida, las escuelas estarán completamente operativas, las calles y comercios operando como antes.
La pregunta ahora es si todos quieren volver a esa “normalidad” de la oficina y el tráfico, a la normalidad que con el tiempo hemos aprendido a cuestionar, porque la pandemia nos hizo darle un nuevo sentido a nuestro tiempo, al que en algún momento renunciamos, engañados quizás por el frenesí de la rutina precovid, que pareció alejarnos de muchas cosas importantes.
Allí, el Covid que ha lastimado tanto, nos envió un mensaje poderoso y ahora viene el momento de constatar si aprendimos algunas lecciones, si podemos ser empáticos con los que han perdido familiares y amigos, sus negocios o de plano con aquellos que siguen teniendo miedo de salir de sus casas.
Creo que para la gran mayoría el sentimiento respecto a la pandemia es que ya vamos de salida, hay avances significativos en la vacunación y las hospitalizaciones y muertes se han reducido considerablemente, de igual manera el regreso paulatino a todas las actividades se ha acelerado en las últimas semanas. Pese a ello, el virus sigue ahí y ahí seguirá y también existen muchas personas que aun no se sienten seguras.
Y el punto aquí es cómo recuperar esa confianza. ¿Cómo una persona que padeció gravemente el Covid o que perdió familiares o amigos debido a este puede superar esas experiencias? ¿Cómo vamos a prepararnos como especie para afrontar los retos de futuras pandemias, ya que nos ha quedado claro que posiblemente se vuelvan moneda corriente? ¿Cómo se preparan la ciencia y los gobiernos para hacerle frente a crisis de esta magnitud?
Ahora bien, ¿nos estamos preparando como especie para lo que viene? ¿La ciencia y los gobiernos vislumbran en su agenda estrategias para encarar nuevas epidemias y enfermedades? A partir de hora, ¿estamos trazando rutas para evitar, en la medida de lo posible, más tragedias como esta?
Creo que son preguntas muy validas ahora que la percepción mayoritaria se inclina a creer que ya salimos de esta. Y creo que también debemos estar alertas de qué se esta haciendo y que no para mitigar los impactos de emergencias de este tipo. Es verdad que no podemos vivir en la paranoia y olvidarnos de existir solo por el hecho de pensar en el riesgo que implica salir de nuestra casa, pero también es verdad que no podemos darnos el lujo de asumir que los retos ya están superados.
Nuestra forma de vida actual está amenazada por múltiples factores, todos y cada uno de ellos muy complejos y algunos muy cerca de no tener solución. Así que el temor e inseguridad de muchos frente a este regreso a la “nueva normalidad” es comprensible, si tenemos en cuenta que las certezas que existen ahora, pues no lo son tanto.
Ante un inminente retorno al estilo de vida prepandemia, vale la pena preguntarnos si aprendimos algo en este breve, pero a la ves eterno trecho y si lo aplicaremos para el futuro o si este episodio en la historia de la humanidad no pasará de ser más que un pasaje anecdótico. Toca a todos hacer lo propio y actuar en consecuencia.
Javier García Bejos