Política

Dentro de lo que cabe

Algunas cosas de la vida pública ocurren más o menos bien, dentro de lo que cabe, como decía la extinta madre de Gil envuelta en una nube de escepticismo. Al senador Barbosa lo pasaron a rasurar, lo destituyeron como coordinador de los senadores perredistas y le retiraron sus derechos partidistas. Gamés ignora qué suponía el senador que pasaría una vez que saliera del clóset vestido de morenista, ¿que lo felicitaran? Gamés se pregunta qué habría pasado si un personaje de Morena declarara su afinidad política con Miguel Ángel Mancera. Uta. Sale Liópez y le da unos reglazos que ni los que daba la maestra Eustolia en el quinto de primaria.

De paso, mientras le dejan caer el aparato a Barbosa (no empiecen), el resolutivo perredista prevé dejar fuera del grupo parlamentario a senadores como Alejandro Encinas, Mario Delgado, Zoe Robledo, Rabindranath Salazar (que así se llama) y Armando Ríos Piter. Podría ocurrir que los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional perredista afirmaran esto: nuestro poderoso grupo parlamentario en la Cámara de Senadores es compacto como una roca y consta de cero senadores. En fon. Así las casas (muletilla patrocinada por Grupo Higa), la vicecoordinadora Dolores Padierna ha recibido la instrucción de encabezar al grupo parlamentario, o lo que queda de él. ¿Cuánto tiempo durará Padierna al frente de esa fracción?, nadie lo sabe, quizá ni el propio Liópez. La decisión no está mal, dentro de lo que cabe.

Del Mazo

En entrevista con Horacio Jiménez de su periódico El Universal, el candidato del PRI al gobierno del Estado de México dijo de su ronco pecho que sería lamentable que Liópez utilizara a esa entidad como “botín político”. Un grito desgarrador rompió el silencio sagrado del amplísimo estudio: Ay, mis hijos, ya nadie se muerde la lengua.

Gilga hesita: ¿qué otra cosa ha sido para el PRI el Estado de México sino un botín político? ¿Exagera Gamés? ¿Quién le mide el agua a los camotes? Gil nunca entendió este dicho popular; de hecho, Gilga detesta los proverbios del pueblo, pero no nos desviemos. Ese estado ha sido el granero del PRI y de alguno de los linajes que ha explicado Aguilar Camín en páginas contiguas (sí, la palabra contigua hechiza a Gamés). Que viene la campaña, dirijamos nuestros pasos al oráculo de Toluca; que el candidato requiere fondos, miremos al horizonte de Atlacomulco y en el oratorio del profesor Hank González seremos iluminados por la gracia del PRI. Dirán la misa del priismo, pero ¿cómo creer sin descreer?

Del Mazo pide a la ciudadanía que evalúe a las personas y sus capacidades; el candidato le ha dicho a Jiménez que él tiene la experiencia y la formación para resolverle “sus necesidades a la gente”. ¿Cómo empieza Del Mazo su campaña? Bien, dentro de lo que cabe.

De compras

El 25 de abril de 2011, Karime Macías Tubilla, esposa de Javidú, ex gobernador de Veracruz, realizó compras por 80 mil 978 dólares en su tienda favorita: Bergdorf Goodman, el almacén más exclusivo de Nueva York. Caracho con Karime, a Gil le parece escuchar su voz de ella en la casa de gobierno de Veracruz: estoy aburrida, Gordo. En la última semana no he comprado nada de nada en Nueva York, solo he adquirido baratijas de Hermès en Ciudad de México. Esto no es vida, Gordo, y te lo digo en serio. Dame una tarjeta, aunque sea una de platino de Moisés, merezco la abundancia, Gordo. Ah, la angustia, amiga íntima de la vanidad.

Gil lo leyó con los ojos de plato y plata en su periódico Reforma, en una nota de Víctor Fuentes. Entre diciembre de 2010 y enero de 2012, Karime firmó compras por 511 mil dólares en Estados Unidos, equivalentes entonces a unos 7 millones de pesos, más un milloncito de pesos y 7 mil reales brasileños, 51 mil pesos, en una joyería de São Paulo. Me compré un collar precioso, ay, no sabes qué cosa, te lo enseño ahorita que recojan esos cadáveres que aparecieron en una fosa.

El gasto promedio al mes de las compras de Karime ascendía a 675 mil pesos, nueve veces el salario que percibía su marido, que sumaba 74 mil pesos. Gilga caminó sobre la duela de cedro blanco y farfulló: ya, muestren al Gordo, o ex Gordo, y a la compradora compulsiva, tarde o temprano van a aparecer y a despepitar. O qué, ¿si no copelas, cuello? Bien, ¿dentro de lo que cabe?

Todo es muy raro, caracho. Como diría Julio Cortázar: No renuncio a nada, simplemente hago lo que puedo para que las cosas me renuncien a mí.

Gil s’en va

gil.games@milenio.com

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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