El recorrido del presidente López Obrador, del 3 al 5 de mayo, por las regiones Centro, Carbonífera y Norte, le permitió tomar el pulso político del estado, con vistas a las siguientes elecciones: de Congreso el año próximo y de alcaldes y diputados federales en 2021, para las cuales, por temprano que parezca, los partidos ya se preparan.
Los programas sociales de la 4T pueden permitirle a AMLO no solo conservar, sino acrecentar, el caudal de votos obtenido en 2018. La condición es que funcionen.
En procesos locales el comportamiento del electorado cambia, pero AMLO y su partido tienen ventaja en los estados.
Así se aprecia en Baja California y Puebla cuyas gubernaturas, ahora en poder del PAN, seguramente ganará Morena el domingo próximo. Si el pronóstico se cumple, el movimiento del presidente gobernaría siete entidades, una menos que el PAN y solo cuatro por debajo del PRI.
AMLO aventaja al PRI, al PAN y al PRD por haberles ganado el año pasado en 31 estados. En Coahuila captó 609 mil sufragios contra 358 mil de José Antonio Meade y 307 mil de Ricardo Anaya.
Empero, en la elección de senadores, la votación de Morena descendió a 493 mil y la del PRI subió a 442 mil. Morena no se estructura aún como partido. La falta de organización y de cuadros lo hacen depender —para bien o para mal— de un solo hombre: el presidente.
Los apoyos económicos del gobierno federal a adultos mayores, jóvenes y personas con discapacidad, buscan asegurar el voto de amplios estratos y dotar a Morena de una base electoral, además de sólida, leal. Retirar el manejo de esos programas a los gobernadores y asignárselo a los delegados de AMLO puede mermar significativamente la votación del PRI, cuyo rango en Coahuila es de alrededor de 500 mil papeletas.
Aunque el PAN afronta una crisis igual o más profunda que la del PRI, todavía es la segunda fuerza electoral en el estado.
En la gira de AMLO, mientras el gobernador Miguel Riquelme lidiaba con un público hostil, el senador Armando Guadiana —el aspirante a la gubernatura más visible de Morena— se acicalaba el bigote.