En las primeras sesiones del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, el ambiente está marcado por las reacciones al arranque del mandato de Donald Trump y sus polémicas políticas comerciales.
Por ejemplo, los empresarios chinos ya están moviéndose para convencer a Estados Unidos de abrirles más espacio en áreas clave como la electromovilidad, infraestructura y tecnología. Mientras tanto, en México y Canadá, la preocupación por los aranceles del 25% que podrían llegar el 1º de febrero está haciendo que sus representantes defiendan los déficits comerciales como una parte esencial para mantener las cadenas de suministro en la región.
En general, todos aquí en Davos están analizando con lupa los primeros pasos de Trump. Hay mucha expectativa sobre cómo sus decisiones podrían complicar el T-MEC, pero también está surgiendo un interés global: otros países quieren entrar en la conversación y presentar sus propios argumentos. Esto ya no se trata solo de México y Canadá; es un tema que podría impactar al comercio mundial.
Y no podemos ignorar la influencia de las grandes empresas tecnológicas. Líderes como Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y Tim Cook estuvieron en la toma de protesta de Trump, y ahora todos se preguntan qué tanto peso tendrán en su gobierno. Musk, en particular, parece estar en una posición interesante: ¿qué tanto podrá influir en las decisiones políticas?
Así se siente Davos en estos primeros días: incertidumbre, estrategias en marcha y un ojo puesto en cada movimiento de Trump. Todavía quedan días por delante, y seguramente seguiremos viendo cómo esta dinámica evoluciona.

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