En este preciso momento, un médico está dando la batalla por salvar a un hombre que no es su familiar, a una mujer que no es su madre, aun niño que no es su hijo, mientras, un político está tratando de explicar porqué su papel no ha sido tan desastroso y salvarse él antes que los demás.
Esta semana comienzan en Estados Unidos a aplicar la vacuna contra el COVID19, seguramente se aplicarán en las clínicas locales y quizá hasta en farmacias como Walgreens, CVS y hasta en el Supermercado.
Los discursos de los políticos han tratado de encontrar un equilibrio entre mantener una economía a flote y evitar la extinción de la especie humana. Los pseudo-liderazgos que tenemos en Estados Unidos y México, han dejado mucho que desear en esta pandemia que este año ha azotado a la humanidad.
Llama la atención los mensajes que los gobiernos han mandado, dejando ver la esencia misma de quienes los han dado, por un lado, las discusiones de la gravedad de este virus, las controversias desatadas por las posibles medidas para su contención, yendo desde la mala comunicación en el uso del cloro, culpar a China por el virus, invitar a seguirse abrazando hasta invitar a sustituir un cubre bocas por estampitas de santos.
A pesar de la gran diferencia de países, tamaño de las economías, historias, gobiernos, razas, idiomas, etc. Esta pandemia ha destacado algo: ante la adversidad, se descubre la esencia misma del individuo, mas allá de los discursos de sus gobernantes.
Desde nuestra supervivencia la protección de nuestras familias hasta la solidaridad con quienes han sido derrotados por circunstancias que han salido de su control, podamos o no ayudarlos, nuestra palabras y bendiciones podrían alumbrar el camino.
Los discursos políticos se acomodan a modo y provocan acciones y reacciones tanto de la economía como de la sociedad, sin embargo, los valores universales y la ética mas básica, basada en el amor no se equivocará.
Haciendo una comparativa en contextos de la historia: hace no muchos años existía la prohibición de las bebidas alcohólicas en Estados Unidos, hoy, las venden en cualquier esquina, hoy se comienza a despertar en temas como la prohibición de drogas que tanto sufrimiento ha traído a nuestro país, perdidas humanas, dolor, conspiraciones, asesinatos, masacres y violencia a los niveles que nadie jamás hubiera imaginado y mientras un campesino es masacrado por llevar un cargamento de marihuana en la sierra, en Estados Unidos hay tiendas de híper lujo que opacan incluso a las Tiendas departamentales como Liverpool, Palacio de Hierro o una tienda de Apple donde se puede adquirir marihuana en todas sus presentaciones, desde gomitas, galletas, cigarros, seleccionado color , sabor y hasta efecto de la sustancia.
De no actuar con ética, generosidad e inteligencia, igual que con las drogas, este momento histórico, podría convertirse en un drama para nuestra sociedad, para nuestras familias, si la vacunación se llega a usar como arma política, de control o de sometimiento a la dignidad del ser humano y mientras en Estados Unidos se van a estar vacunando en el Supermercado, en México, se anuncia que la Iniciativa Privada no podrá participar en la solución, los hospitales privados, los médicos y los empresarios, tendremos que avocarnos a atender el problema, a apoyar de todas las formas posibles, a mantener a los empleados que dependen de nosotros aún en una economía catastrófica, los hospitales privados, atender al enfermo y al agonizante, pero la solución, solo la podrá proporcionar el gobierno a través del ejercito, cuando y como pueda. Por cierto, si el ejercito será el encargado de vacunar a la población, ¿quién terminará el aeropuerto de Santa Lucia? ¿Quién estará a cargo de la seguridad?
¿Realmente tenemos un gobierno que esté actuando con ética y por nuestro bien?
Nos toca alzar la voz y decretar que lo más importante es hacer una reverencia ante Dios y ante todo defender la vida.