La pasada temporada de lluvias no se puede ver sólo como un fenómeno en donde en algunos estados causó daños estructurales a comunidades de diversos municipios, sino también como la aportación que hizo para aumentar los volúmenes de agua en los mantos fáticos, ríos, presas, bordos y manantiales que estaban amenazados en desaparecer por la falta del vital líquido.
Lamentablemente el que en estos momentos se tenga agua en abundancia, y ya se está generando una disputa por el control, entre las autoridades que son las únicas legalmente autorizadas para dotar del servicio de agua potable a los habitantes, y por el otro lado los piperos que se sienten dueños de los pozos para abastecer de agua a las colonias donde el servicio es deficiente.
Hace unas semanas, tras un operativo que hicieron los cuerpos policíacos de seguridad, tanto federales como estatales y municipales, para cerrar el acceso a los pozos por los abusos que por años cometieron los supuestos concesionarios, la respuesta de los piperos no tardó e hicieron de las suyas, convocando a una manifestación, cerraron vialidades importantes para presionar a la autoridad a que les devolviera el control de los pozos para surtir agua.
Hasta el momento la autoridad se ha mantenido en lo hecho de no dar acceso a los pozos a los piperos que no cuenten con los permisos vigentes, y además en algunos lugares, hay que reconocerlo, ha mejorado el servicio en el suministro de agua potable.
Y es precisamente por lo anterior, porque hay una mejora en el suministro de agua, los piperos han tratado de boicotear cerrando las válvulas de los pozos, pues se sienten los dueños de los mismos, y por ello tratan de que el servicio vuelva a ser deficiente para nuevamente reanudar la venta por tandeo.
Es aquí donde se tiene que ver de qué está hecha la autoridad, y si va a tolerar estas presiones corruptas de los que por años mantuvieron a su libre albedrío el control de los pozos, lucrando con la necesidad de las personas, o se aplicará la ley y sólo aquellos que tengan permiso podrán acceder para revender agua.
Lo más lamentable es que en muchos lugares, principalmente en el sur del Estado de México, hay presencia de huachicoleros de agua que mantienen el control de los pozos y deciden las tarifas de cada pipa según el volumen y según el cliente. Ahí falta que la autoridad ponga orden y someta a estas personas, para que no lucren con la necesidad de agua que tiene la población de aquella zona.
La lucha por el control de los pozos, sin más la tiene ganada la autoridad, sí y sólo sí, hace cumplir la ley y exige a los piperos que se pongan en orden y se sometan a las reglas que el Estado tiene para estos casos, y que no sean ellos los que impongan su voluntad por encima de la ley.
Ya veremos.