Wagnermaníacos, muy buenas tardes, los saludo desde las tierras de las tortas ahogadas, Guadalajara, Jalisco. Iniciando un nuevo año de mi faceta como columnista de Grupo Milenio, y en esta ocasión quiero tocar un tema que se me vino a la cabeza, con motivo del cumpleaños de uno de mis cantantes favoritos, Jon Bon Jovi.
Es un músico que me encanta, ya que siempre me acompaña en mis presentaciones, dando paso a la época en la que los luchadores somos identificados con un tema musical.
Recuerdo que, cuando me acompañaba mi padre a las funciones no existía esta modalidad. Ni para él, ni para Aníbal, ni para Rayo de Jalisco Señor, eran otras épocas, otras maneras de pensar. ¡Imagínense! no se utilizaba ni siquiera durante una lucha de apuestas.
En mi caso tuve que tener una transición con el tema “Bad Medicine”, precisamente de Jon Bon Jovi. Dicha canción siempre está presente en mis mayores triunfos deportivos, siendo testigo de todas las satisfacciones obtenidas a lo largo de mi carrera.
Definitivamente la música es un ingrediente indispensable en la lucha libre, porque contribuye a la explosión de entusiasmo que el público tiene al escucharla, como antecedente a la presencia de su luchador favorito. En mi caso, “Bad Medicine” hace saltar de sus asientos al público, que inmediatamente sabe que ahí viene, Dr. Wagner Jr.
Por eso, recordando el cumpleaños de Jon Bon Jovi, su creador, le mando una gran felicitación. Aquí cabe mencionar que cada luchador selecciona la canción que lo acompaña, de acuerdo a su personalidad, a sus vivencias, incluso a su vestuario.
“Bad Medicine” me acompaña desde mis grandes temporadas en la Arena México, también en mis viajes a Japón y por supuesto en mi México, Lindo y Querido.
Bueno Wagnermaníacos, aquí les dejo esta nota para esparcir parte de mis conocimientos de la historia de la lucha libre.
Como siempre muy agradecido con ustedes y recuerden, que en mi casa y con mi gente se me respeta Bien, Bien, Bien.
Dr. Wagner Jr
Twitter: @WagnerJrOficial