Policía

La hybris que falta

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Ahora que las series dramáticas no solo se limitan a entretener audiencias, sino que en ocasiones informan, orientan y a veces hasta definen discusiones importantes de la opinión pública, suelo regresar al primer show que me cautivó hace casi 20 años y por el cual creo que terminé tratando de contar historias desde ese mundo.

The Wire es una saga de HBO que retrata Baltimore con varias ópticas, a partir de una crítica general tan aguda como precisa de la falsa guerra contra las drogas que rige esta ciudad americana.

Debo confesar que el hecho de que su creador, David Simon, haya sido periodista de calle en su vida anterior al mundo televisivo y cinematográfico, generó en mí una atención y valoración especial de la narrativa planteada. No me atrevería a afirmar que el enorme valor de realidad y profundidad que alcanza la historia se debe al origen periodístico de su creador, pero sí pienso que tanto el punto de vista como el tono de la trama provienen de una mirada que solo pudo haber sido cultivada en el oficio cotidiano y vertiginoso del reporterismo.

Entrevistado por Nick Hornby, Simon define The Wire como una tragedia griega en la que el rol de las fuerzas del Olimpo lo juegan las instituciones posmodernas y no los dioses antiguos. “En este drama —explica el creador—, las instituciones siempre demuestran ser más grandes y los personajes que tienen suficiente hybris para desafiar al posmoderno imperio americano resultan invariablemente burlados, marginados o aplastados”.

También plantea que aunque el show estaba pensado como entretenimiento, su objetivo no solamente era ese, sino que también había detrás una evidente índole periodística y literaria.

Por esta misma razón, The Wire fue considerado en su momento como un programa antiamericano y antipolicial, definiciones que pueden ser tomadas como críticas negativas o positivas, dependiendo de las necesidades de cada espectador.

He ahí en esa ambigüedad otro de los rasgos fascinantes de The Wire, pero, sin duda, el que más me entusiasma a mí es el de la hybris con la que fue creada: una desmesura que urge en las saturadas parrillas actuales y en estos días tan sometidos a los imperios de una normalidad posmoderna, donde la discusión pública es cada vez más absurda.

deo@detective.org.mx

Google news logo
Síguenos en
Diego Enrique Osorno
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.