Al norte, en Monclova, una ciudad con menos de 300 mil habitantes donde se produce el acero nacional, está el epicentro mexicano de la pandemia. El 14 de marzo, un trailero enfermo y recién llegado de Chicago arribó al Hospital General de Zona número 7 del IMSS. Tras deambular por días, fue instalado en Urgencias, donde falleció una semana después, siendo la primera víctima oficial de coronavirus en el noreste de México.
Aunque días antes, una paciente con diabetes, quien estuvo expuesta al “paciente cero”, también falleció. Y días después ocurriría lo mismo con un familiar que la había visitado en el hospital. Luego se sabría que incluso enfermeras y médicos estaban contagiados por igual, gracias a una carta colectiva en la que se denunciaba que debido a la falta de medidas y equipo, se había desatado un brote en las instalaciones.
En la Clínica 7 laboran más de mil personas. Opera desde 1962, cuando fue inaugurada por el presidente Adolfo López Mateos. Antes de la pandemia, registraba mil 502 consultas diarias, incluyendo la hospitalización cotidiana de 42 pacientes y la atención de 10 partos. Por su volumen de actividad, hace poco recibió equipo para quimioterapias, cunas de calor radiante de fototerapia y suministros que no tienen otros hospitales del IMSS.
Si Monclova es el epicentro de la pandemia, con 22 muertes y 201 contagios reportados, la Clínica 7 es el núcleo de dicho epicentro al registrar la infección de 32 miembros de su personal, entre ellos una enfermera embarazada de nombre Gaby.
Hace unos días, el director del IMSS, Zoé Robledo, visitó la clínica, donde reconoció insuficiencias, pero también acusó que hubo errores y dilaciones que agudizaron la situación. El director del lugar, Ulises Mendoza, fue destituido y se analiza una denuncia en su contra.
Ya en fase 3, el virus ha seguido afectando a personal del IMSS. En la misma Clínica 7 falleció Roberto Frías, quien dirigía otra unidad médica. Incluso, Leopoldo Santillán, delegado en Coahuila, resultó positivo y está en cuarentena.
Para poder parir, Gaby, la enfermera de la Clínica 7, se trasladó de Monclova a Saltillo, donde su hijo nació con vida y libre de coronavirus. Sin embargo, ella falleció siete días después a causa de la enfermedad.
Monclova ha sido fundada siete veces, resaltan sus historiadores. Con tantas regeneraciones, la llaman —incluso hay un monumento alusivo—: el “Ave Fénix” del norte. No hay duda de que la ciudad renacerá otra vez, pero debemos seguir atentos a lo que ahí sucede.
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