Las propuestas ciudadanas que he recogido en campaña no vienen solamente de las pláticas que he tenido con diferentes personas en los recorridos que he realizado; muestra de ello es el contenido del Pacto por la paz, la vida y la familia y el Pacto por el derecho al futuro, ambos para defender la vida de las personas desde la concepción y hasta su muerte natural, así como el bienestar de las familias mexicanas.
El primero de los pactos mencionado lo firmé, de manera conjunta, con la dirigencia nacional y estatal de Acción Nacional, el segundo con compañeros candidatos de Acción Nacional en León.
Es importante mencionar que estos pactos surgen a iniciativa de diversas organizaciones de la sociedad civil.
Lo anterior es importante porque hay problemas que nos son comunes a todos en este país y, sin importar la ubicación geográfica en la que nos encontremos, es evidente que todo México vive una problemática común y que dependerá del lugar en que nos encontremos que podremos notar algunas particularidades.
Los pactos mencionados, tienen por objeto establecer las condiciones, desde el ámbito legislativo, para que la aprobación de presupuestos, la fiscalización de los recursos públicos y la gestión podamos, como sociedad, hacer frente a los temas de violencia que nos aquejan a todos.
Los compromisos legislativos que contienen los pactos mencionados van desde el establecimiento de propuestas para erradicar la violencia infantil y en adolescentes, retomar el modelo de guarderías, estancias infantiles y escuelas de tiempo completo, fortalecer todas aquellas medidas tendientes a erradicar la violencia contra la mujer y la erradicación de la discriminación contra las mujeres.
De igual manera, en dichos pactos se establece la obligación de recuperar y mejorar nuestro sistema de salud, establecer medidas tendientes a prevenir la violencia, revisar el sistema de reinserción social desde el punto de vista que es un elemento clave para poder acceder a una vida sin violencia, fortalecer el sistema de justicia, garantizar la autonomía de las fiscalías, continuar y favorecer los esquemas de combate a la corrupción, destinar recursos para la prevención y tratamiento de adicciones, impulsar partidas presupuestales destinadas a los programas de autoempleo, emprendimiento y economía familiar. Mención especial merecen los apartados relativos a establecer las bases para aumentar la cooperación internacional para el combate a diversos delitos, el establecimiento de las normas relativas al uso de la inteligencia para combatir la criminalidad, la atención a víctimas para que tengan un efectivo acceso al derecho a la verdad y a procesos justos y ágiles y la protección a los derechos, en territorio nacional, de los migrantes. Finalmente, el eje principal de estas propuestas gira en torno al derecho a la vida y la dignidad de la persona, sin estos supuestos definitivamente no hay razón de ser del estado.